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El Defensor del Menor investiga el hundimiento de un colegio

Arturo Canalda abre un expediente al Sagrado Corazón

Sucedió el día de Navidad pero la historia no deja de colear. El Defensor del Menor ha abierto ahora un expediente al colegio Sagrado Corazón por las obras que realizó ilegalmente en su azotea y que pudieron ser las causantes del derrumbe que sufrió el techo del salón de actos del centro el pasado 25 de diciembre. Y lo ha hecho, explica el propio defensor, Arturo Canalda, para investigar si se puso en riesgo la integridad de los niños.

Pero parte de ese trabajo ya se lo hizo la Junta Municipal de Chamartín, en un informe que emitió el pasado febrero y donde se expresaba de forma clara la preocupación de Canalda: "El hecho de que no haya habido daños personales no exime al colegio de su negligencia, ya que estamos hablando de un enorme riesgo que han corrido los alumnos del centro, habiéndose jugado con la vida de todos ellos y de sus familias".

La azotea del centro se hundió el pasado 25 de diciembre
Los informes afirman que el accidente se produjo por una obra

"Está claro que es una cuestión que tiene toda la lógica que entremos a valorar. Ha habido la posibilidad de que aquello acabara en una tragedia. Hemos pedido información sobre lo sucedido y sobre las actuaciones que se han llevado a cabo", explica Canalda.

Cuando reciba toda la documentación solicitada, el defensor procederá -es lo único que puede hacer- a realizar recomendaciones a las administraciones. "Pediremos que en todo tipo de obra que se lleve a cabo en un colegio, además de cumplir los requisitos básicos, se sea especialmente cuidadoso cuando hay niños. En el caso del Sagrado Corazón parece que no tiene mucho sentido que se pusiera una cancha de baloncesto en el tejado del colegio", señala Canalda.

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Además, el defensor pedirá que se realicen inspecciones rutinarias de carácter urbanístico en los centros educativos. "Si las hacen en los bares, no veo por qué no pueden hacerse también en los colegios. La administración tiene que supervisar mucho más las obras en los colegios", insiste Canalda.

Los hermanos corazonistas construyeron una cancha de baloncesto en la azotea del colegio, en la calle de Paraguay (Chamartín). Lo hicieron sin licencia porque tenían prisa. Empezaba el curso en septiembre y la antigua cancha la habían demolido para hacer un aparcamiento y un polideportivo, también sin licencia.

La azotea se hundió el pasado 25 de diciembre y los informes técnicos posteriores demostraron que el colapso del techo del salón de actos del colegio se debió en parte a la chapuza ilegal que hizo la empresa Aedificat. Por ello, además de los informes que calificaban la obra de "negligencia" el Ayuntamiento impuso al colegio una multa bastante cuantiosa para lo que acostumbra: 100.000 euros por hacer un patio en un techo sin licencia.

Sin embargo, posteriormente el Consistorio ha dado luz verde al colegio para seguir con las obras que realizan en el antiguo patio para construir un aparcamiento y un polideportivo nuevo.

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