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El Defensor del Pueblo investigará el "grave problema" de las urgencias

La institución inicia de oficio un gran informe sobre los hospitales públicos

Elena G. Sevillano

El caos de las urgencias de los hospitales públicos de Madrid ha alcanzado ya el rango de problema nacional. Sólo así se entiende que el Defensor del Pueblo, la institución dirigida por Enrique Múgica, habitualmente cautelosa a la hora de destapar escándalos, haya decidido abrir una investigación específica sobre la situación de estos servicios públicos. Múgica ha enviado una carta al consejero de Sanidad, Juan José Güemes, en la que le anuncia el inicio de esta investigación y le pide que le explique qué planes tiene para arreglar el problema.

La carta del Defensor califica la situación de las urgencias de "grave problema" por la "saturación" del servicio. El organismo, que tiene como misión la "protección y defensa de los derechos fundamentales y las libertades públicas de los ciudadanos", según la Constitución, dibuja un panorama dramático de la situación basándose en las quejas de los ciudadanos, en la comprobación in situ de funcionarios del Defensor y en noticias aparecidas en prensa.

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En concreto, cita una declaración de una información de EL PAÍS en la que se relata que 50 profesionales firmaron un escrito con frases como ésta para la gerencia del 12 de Octubre: "La sobrecarga asistencial de este servicio es de tal magnitud que impide ejercitar la asistencia con la mínima calidad profesional y humana necesaria... Resulta imposible asumir las consecuencias que en cuanto a la vida de las personas pudieran derivarse de esta situación".La carta del Defensor admite que en periodo navideño, cuando se tomó la decisión de iniciar la investigación al comprobar los funcionarios la situación, el servicio de urgencias empeora. Pero asegura que las quejas son constantes y por eso ha decidido "llevar a cabo un exhaustivo estudio de la estructura, organización y funcionamiento de estos servicios" para proponer mejoras. Estos estudios suelen ser voluminosos y detallados, ya que es la principal actividad de este organismo con funcionarios muy cualificados.

La situación de las urgencias madrileñas es muy complicada. La carta del Defensor cita específicamente dos hospitales, el 12 de Octubre y el Clínico. De este último critica que en las salas A y B, previstas para atender a 18 enfermos cada una, sistemáticamente dan servicio "a más del doble de esa cifra de pacientes con la misma dotación de personal".

En este mismo hospital, el lunes, en 24 horas se atendió en urgencias a 412 pacientes. Al final del día, había 24 personas pendientes de cama de hospitalización. La ocupación de este centro público era del 99,86%.

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Las urgencias de los hospitales públicos madrileños atendieron en 2007 a 2,4 millones de personas, que bajaron hasta 2,2, en 2008, gracias a los nuevos hospitales públicos de gestión privada, según Sanidad. Y a pesar de esa caída del 9%, siguen saturadas.

El 12 de Octubre tenía 16 pacientes en los pasillos el lunes a primera hora, según UGT. "Las camas ya son estructurales", asegura José Povedano, portavoz del sindicato en el hospital. "Siempre hay más enfermos que camas porque las urgencias siempre están por encima de su capacidad". Un poco mejor estaba La Paz. "Ahora no estamos mal, sobre todo desde hace un par de meses", asegura la delegada de UGT en este hospital. "A veces tenemos alguna [cama en los pasillos], pero ya no es como antes, cuando había treinta y tantas".

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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