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Derrumbe en el colegio

Uno 300 metros cuadrados del forjado de la última planta del centro Sagrados Corazones se vinieron abajo ayer. Las vacaciones evitaron que hubiera víctimas

F. Javier Barroso

Un estruendo despertó a los vecinos de la calle de Alfonso XIII, en Chamartín, a primera hora de ayer. Dos enormes vigas de la última planta del colegio Sagrados Corazones (1.100 alumnos) se cayeron a las 7.20 sobre el salón de actos, lo que provocó enormes destrozos en la parte central del edificio. La suerte hizo que el derrumbe se produjera en un día festivo en el que no había ni alumnos ni profesores. Cuatro días antes se había celebrado una fiesta a la que acudieron centenares de personas.

El teléfono de emergencias 112 recibió bastantes llamadas de vecinos de la zona, que avisaron alarmados de lo que acababa de ocurrir. Parte de los escombros cayeron a la calle, mientras una densa nube de polvo era visible en la calle de Alfonso XIII. "Ha sido un ruido tremendo", recordaba un vecino.

Dos de las vigas principales de la cubierta se habían desplazado y cayeron a la tercera planta, lo que derribó 300 metros cuadrados de forjado. En la tercera planta está el salón de actos del colegio, con capacidad para 600 espectadores. Los bomberos comprobaron que no había ninguna persona y asearon durante toda la mañana la zona para evitar que se produjeran nuevos derrumbes, según informó Emergencias Madrid. Acto seguido, entraron los técnicos del Departamento de Edificación Deficiente, que no hallaron daños importantes en la estructura del inmueble. Retiraron los elementos que podían caerse a la calle. Estos trabajos continuarán hoy con una inspección más en profundidad.

El hermano Guillermo, máximo responsable de los hermanos del Sagrado Corazón, explicó que el accidente se produjo porque el asiento de una de las vigas falló y ocasionó el derrumbe. Esta caída arrastró a la otra viga. "Un tercio del salón de actos ha quedado dañado. Estamos muy asustados por lo que ha ocurrido", comentó el hermano Guillermo.

Los responsables del centro barajaban ayer dos posibles causas del derrumbe. Una era el vaciado que se está haciendo a ras de suelo para la construcción de un polideportivo, en la esquina de las calles de Guatemala y Paraguay. Estos trabajos, que cuentan con las licencias municipales, no habían causado grietas ni desperfectos en el edificio siniestrado, según el hermano Guillermo. "Ni siquiera una marquesina que hemos instalado y que es mucho más frágil se ha visto dañada", afirmó el responsable de los Sagrados Corazones.

Canchas en la cubierta

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Otra posibilidad es que encima del salón de actos, en la cubierta, hay unas canchas deportivas. Su uso pudo causar el derrumbe. "Es muy raro porque nunca ha habido exceso de peso. Los técnicos municipales tampoco han visto un enlace directo con este uso", añadió el hermano Guillermo. El colegio, concertado, fue abierto en 1959, pero la parte siniestrada corresponde a una ampliación de 1981. Los alumnos de infantil, cuyas aulas están debajo de la zona afectada, serán reubicados en otras estancias del colegio.

Una canasta de baloncesto, junto a la zona derrumbada.
Una canasta de baloncesto, junto a la zona derrumbada.Á. G.
Un policía municipal, delante de la parte derrumbada en el colegio de los Sagrados Corazones.
Un policía municipal, delante de la parte derrumbada en el colegio de los Sagrados Corazones.ÁLVARO GARCÍA

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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