Desaparece el platillo volante de la Casa de Campo
Ayer comenzó su demolición. Una pinza de metal, implacable, comenzó a triturar el árbol-cafetería del Parque de Atracciones de Madrid. Con cada movimiento de la maquinaria pesada caían pedazos de metal, tierra y hasta algunas sillas que estaban todavía en su interior. El platillo volante, símbolo desde hace más de 40 años del Parque y en desuso desde hace tres décadas, ya no se verá más en las alturas de la Casa de Campo.
Esos cielos serán ocupados en junio por el Star Flyer, sillas voladoras a 80 metros de altura. Los niños madrileños de hoy podrán ver la ciudad a una altura tres veces mayor a la que la vieron sus padres ayer.
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