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Detenida una mujer acusada de asfixiar con bolas de papel a su abuela, de 88 años

La autopsia reveló que la octogenaria no murió por causas naturales, como decía la arrestada

F. Javier Barroso

María Jesús Gallardo Rumbao, de 33 años, ha sido detenida en el distrito de Latina acusada de matar a su abuela materna, Crescencia Serrano Hernández, de 88 años, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía de Madrid. La arrestada aseguró en un principio que la octogenaria había sufrido una caída, lo que le produjo heridas en la cara y en la cabeza. Sin embargo, la autopsia reveló que la víctima había perecido asfixiada con bolas de papel. Éstas le obstruyeron la faringe. La mujer también tenía golpes en la cabeza, pero no eran mortales, según el forense.

Los hechos ocurrieron la noche del pasado miércoles 10 de enero, en el piso 2º B del número 2 de la calle de la Alhambra, en el distrito de Latina. Sobre las 23.30, los vecinos oyeron una discusión por causas que no ha podido establecer la policía. De repente, el ruido cesó. "Oíamos gritos, pero no lográbamos entender qué es lo que decían. Tampoco era una discusión muy fuerte. En caso contrario nosotros mismos habríamos avisado a la policía", comentó Vicenta, la vecina de la fallecida.

"Antes, la nieta se había marchado a dar una vuelta. Cuando yo volví a mi casa, después de felicitarla el año y ver cómo habían pasado las vacaciones en casa de su hija, en Móstoles, ella no había vuelto todavía", añadió la mujer.

Cuando acudió la policía al domicilio, vio a Crescencia Serrano que estaba muerta en el salón. Presentaba cuatro heridas: una en la nariz, otra en el labio inferior y las dos restantes en la cabeza. La nieta les comentó que la mujer había fallecido por causas naturales. Había sufrido un mareo y que ella se limitó a acompañarla al sofá. Instantes después, moría. La nieta alegó que estaba muy nerviosa y que por eso había tardado varias horas en llamar a los servicios de urgencia. El cadáver estaba envuelto en una manta.

"Vino mucha policía y no pararon de subir y bajar toda la noche. Se llevaron el cadáver hacia las tres y media de la madrugada", recordó ayer Vicenta.

Obstrucción de la tráquea

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La policía desconfió de esa versión y llamó a los investigadores del Grupo V de Homicidios. El cadáver fue trasladado al Instituto Anatómico Forense, donde le fue practicada la autopsia. Allí se descubrió que la fallecida había muerto asesinada. Tenía bolas de papel en la faringe, lo que le produjo la asfixia por "sofocación" al quedar obstruida la tráquea, según el forense. Además, presentaba varios golpes en la cabeza (en las regiones temporal y occipital). Ninguno de ellos resultó mortal.

Los investigadores de Homicidios detuvieron a María Jesús Gallardo. Ésta cambió radicalmente su versión. Entonces afirmó que una hija de la fallecida, Juana R. S., de 59 años, mantuvo una discusión con su madre. Según afirmó a los policías, ella vio todo lo ocurrido desde la ventana de la cocina. Pero su nueva teoría también hacía aguas: la hija de la fallecida (y tía de la detenida) sufre una minusvalía mental del 75%.

La Policía Científica hizo una inspección ocular a fondo de la vivienda donde se produjo el crimen. La detenida había limpiado de sangre toda la instancia, pero los agentes hallaron algunos vestigios. Además, había restos de vómitos, según fuentes del caso.

La detención de María Jesús Gallardo se produjo dos días después del crimen. Tras ser pasada a disposición judicial, el magistrado que entiende del caso ordenó su ingreso en prisión preventiva sin fianza, acusada de un delito de homicidio, según fuentes del caso. La arrestada tenía un antecedente policial de septiembre del año pasado por atentado contra agente de la autoridad.

Los vecinos estaban muy sorprendidos por lo ocurrido en el barrio de Lucero. Cresce, como era conocida la octogenaria, vivía en el piso de la calle de la Alhambra desde hacía 37 años. Tenía cuatro hijos y 10 nietos. La detenida es la segunda hija de María Jesús, que se llamaba, de hecho, igual. "Era su nieta preferida. Es con la que se llevaba mejor. Por eso, no entendemos por qué pudo pasar lo ocurrido. De esa familia, si me lo llegan a decir antes, lo niego por todos los lados", comentaron los vecinos.

Nacida en abril de 1918 en Toledo, la fallecida enviudó hace 28 años. Siempre estuvo al cuidado de la hija que sufría el retraso mental. Cresce, debido a su edad tan avanzada, tuvo una mujer de origen peruano que la ayudaba en las labores de su casa y en el cuidado personal suyo y de su hija. Tras estar más de tres y año y medio en su casa, la empleada de hogar decidió regresar a su país, ya que había cumplido los 60 años y tenía ganas de estar con los suyos. "La mujer peruana la cuidaba y la mimaba como si fuera un familiar. Le hacía la comida que quería y nunca ponía ningún problema", añadió Vicenta.

De eso hacía más de un mes y medio, por lo que hasta encontrar a otra mujer, Cresce decidió que fuera su nieta María Jesús la que la cuidara. Las fiestas de Navidad y Reyes las pasaron en la casa de su hija María Jesús, en Móstoles, por lo que nadie del vecindario la vieron. "Volvieron hace unos 10 días, después de la fiesta de Reyes", explicó un vecino de la fallecida.

"Esto es un auténtico drama"

Gran parte del vecindario del barrio de Lucero, en el distrito de Latina, no salía ayer de su asombro al conocer que Cresce, como era conocida Crescencia Serrano, de 88 años, había sido asesinada, supuestamente, por su nieta María Jesús Gallardo Rumbao, de 33. Cresce era muy conocida, ya que llevaba en el barrio más de 35 años.

"Es un drama. Cuando lo ves en televisión, te sorprende mucho, pero nunca piensas que te pueda ocurrir tan cerca. Además, en ciertas familias, como la de ella, es casi impensable, ya que son muy buenas personas y se llevaban bien con todo el mundo", comentaba entristecida Vicenta, la vecina con la que mejor se llevaba la fallecida.

"Son cosas muy feas que siempre te llegan muy hondo. Encima cuando lo ha hecho, según dice la policía, su ojito derecho, su nieta María Jesús. Es algo muy doloroso", añadía la vecina, ante la mirada estupefacta de su marido. Éste se limitó a preguntarse: "¿Qué tuvo que pasar ahí dentro para que acabaran tan mal la nieta y la abuela?". Ayer permanecía tendida la ropa que había colgado la nieta en la terraza en el domicilio de Cresce. "Desde entonces, creo que no ha venido nadie. La casa está cerrada. Por lo menos no se ha oído movimiento", concluyó la mujer.

Éste es el quinto homicidio en la región desde que empezó el año, lo que arroja un balance provisional de una persona muerta cada tres días. El año 2006 se cerró con 59 muertes violentas, lo que supone que cinco personas fueron asesinadas de media en la región.

El último homicidio registrado en la región ocurrió el pasado domingo cuando María África Escribano Feixo, de 69 años, murió después de que su hija, M. A. M. E., de 40 años y con trastornos mentales, la clavara, presuntamente, unas tijeras en el corazón y la golpeara por todo el cuerpo.

Ocurrió la tarde del pasado domingo en la calle de Ponzano, 69, en el distrito de Centro de la capital. La supuesta autora fue detenida en el lugar de los hechos.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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