_
_
_
_
_

Día de pánico para 200 viajeros

Un vagón de metro descarrila en Moncloa, choca contra un muro y causa dos heridos leves - Los usuarios huyen entre el humo al creer que era una bomba

"Circulaba dando bandazos. De repente, ha chocado y ha salido mucho humo". María Jesús Martín-Albo recordaba ayer en una camilla de urgencias el momento en el que el vagón descarriló. Casi a las diez menos cuarto de la mañana, la mujer y otros 200 viajeros se llevaron un gran susto. La cabecera de su metro acababa de entrar en la estación de Moncloa (línea 6) cuando dio un par de tumbos y el segundo vagón se salió de la vía. La línea circular, la que usa más gente y sufre más averías del suburbano, acababa de tener un accidente.

Minutos antes, el tren había parado en mitad del túnel para esperar a que saliera de la estación el convoy anterior, según explicó el gerente de Metro, Ildefonso de Matías. Reanudó la marcha y a los pocos metros llegó el golpe. "Enseguida ha tomado mucha velocidad y ha empezado a bambolearse de un lado para otro, como si fuera descontrolado. Yo he pensado en ese momento que algo iba mal, que no era lógica tanta velocidad", recordaba ayer Martín-Albo.

Uno de los heridos no dejaba de preguntar por otra mujer que sangraba
Más información
El vagón dio varios tumbos y descarriló
Reabierta la línea 6 tras retirar el convoy que descarriló

Desde Metro aseguran que, como el convoy acababa de arrancar y además iba en conducción automática, ni siquiera pasó de 30 kilómetros por hora en ese tramo.

"Todos los cables estaban por fuera y las puertas no se abrían", explica la viajera, de 55 años. Empezaron los gritos, el miedo, la confusión entre el humo y el polvo. Un señor mayor lloraba. La gente empezó a correr hacia las escaleras. Hubo dos heridos leves y tres personas fueron atendidas por crisis de ansiedad.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Un tramo de la Circular quedó interrumpido. Los viajeros que intentaban acceder al andén de la línea 6, que quedó precintado, fueron desviados a la línea 3 y a los autobuses urbanos. Metro abrió una investigación para averiguar las causas de lo ocurrido, que aún no están aclaradas.

"Nos hemos asustado muchísimo. Yo enseguida he pensado que era una bomba", explicaba la mujer herida, que se dirigía a Ventura Rodríguez, donde trabaja como limpiadora. La pasajera, que compartía el primer vagón con otra decena de personas, notó un fuerte ruido y acto seguido cayó al suelo. Se pegó en el hombro izquierdo y el cuello con un asiento."El metro se quedó sin luz y el conductor tuvo que salir por el vagón", recordaba la pasajera. Las puertas se habían quedado bloqueadas por el impacto, por lo que los pasajeros tuvieron que abrirlas manualmente para salir al anden de la estación de Moncloa. Cuatro de los seis vagones quedaron dentro del túnel. Pero todos los viajeros pudieron salir porque era un tren oruga, de los que tienen todos los coches conectados desde el interior. "Ha sido un golpe con daños importantes", explicó después el consejero de Transportes, José Ignacio Echeverría, en el vestíbulo de Moncloa de la línea 6. Los técnicos de Metro tardaron más de 10 horas en retirarlo del andén.

Antonio Sanromán, de 60 años, viajaba en el segundo vagón, el que se golpeó contra el túnel. El único que descarriló. Iba de pie. Tenía una cita en el pabellón 8 de la Facultad de Medicina. Se subió al convoy en Ciudad Universitaria, pese a que siempre suele ir andando hasta Moncloa. Cuando entró en la estación, notó que iba demasiado fuerte, hasta que el convoy chocó con el muro. Él se golpeó en la cabeza y se hizo daño en la mano con la que iba sujeto a la barra para no caerse. Durante el trajín perdió las gafas. Ayer, en el hospital, no paraba de preguntar por una mujer que iba con una muleta detrás de él y que no paraba de sangrar. "Ahora se quiere ir a casa, está muy cansado", explicaba su hija en las urgencias del hospital.

"Noté el temblor y oí un ruido tremendo", explicaba en la tienda de periódicos María Carmen Cordero, la dependienta. "La gente subía disparada, todos estaban muy asustados, como si les hubieran disparado con un arma". La mujer cuenta que los primeros en llegar fueron los vigilantes del metro. Y enseguida aparecieron también los bomberos y los trabajadores del Samur.

Los sanitarios asistieron a los heridos en el andén y los trasladaron a los hospitales Clínico y de la Concepción. Todos recibieron el alta a lo largo del día. Los bomberos revisaron el túnel, que quedó con un lateral lleno de escombros y polvo. Tras su inspección determinaron que la estructura no había quedado dañada y que el choque sólo había afectado a la mampostería, según fuentes municipales.

La Empresa Municipal de Transportes (EMT) habilitó 24 autobuses para cubrir el tramo cortado de la línea 6, que quedó todo el día sin servicio entre Metropolitano y Puerta del Ángel (seis paradas). Metro sigue investigando las causas de lo ocurrido. El último accidente similar ocurrió en la estación de Sol de la línea 1. En noviembre de 2007, dos trenes chocaron. Uno se dirigía vacío a las cocheras. Embistió a otro lleno de viajeros. Hubo 22 heridos.

Una viajera es atendida tras el choque por miembros del Samur en el andén de la línea 6.
Una viajera es atendida tras el choque por miembros del Samur en el andén de la línea 6.ULY MARTÍN

Cortes en verano

- Usuarios. Más de 600.000 viajeros suben al día en la línea 6. En el tren que ayer descarriló viajaban 200 personas.

- Estaciones. Tiene 28 paradas y 23,5 kilómetros de recorrido.

- Trenes. Por la línea circular ruedan 22 trenes cada día. El que sufrió ayer el accidente era un modelo de la empresa Ansaldobreda, comprado en 2004.

- Obras. Este verano habrá cortes en la 6 para cambiar el hilo de cobre.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_