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Ecos de una paz europea

La Fundación Carlos de Amberes lleva a una exposición la Tregua de los Doce Años entre España y Flandes

Cuatro siglos atrás, una tregua laboriosamente conseguida por el concurso de los principales reyes de Europa pacificaba durante 12 años los Países Bajos, entonces bajo la férula militar y política de la Monarquía hispana. Hoy, la Fundación Carlos de Amberes, en su sede de la calle de Claudio Coello, evoca aquellos años dorados para el arte, el comercio y el diálogo intereuropeo, en los que la paz se abrió camino pese a la enorme complejidad de un rompecabezas geopolítico que nadie parecía poder domeñar.

España había heredado esos territorios del legado de Maximiliano de Austria a su nieto Carlos V, como posesión norteña del ducado de Borgoña. En Flandes, a comienzos del siglo XVII, reinaban de hecho la hija de Felipe II, Isabel Clara Eugenia y su esposo Alberto, archiduques de Austria. Los holandeses de las llamadas "provincias rebeldes", septentrionales, se oponían al mandato de España, mientras las provincias del sur se mantenían bajo su dominio.

La reconstrucción de la atmósfera de aquella difícil paz que aromó el primer tercio del siglo XVII con una impronta eurohispana cobra vida en esta exposición de cuidadoso montaje, con un relato histórico y artístico donde brillan con luz propia 75 joyas pictóricas y documentales de impar valor. Es el caso del único retrato conocido del valido de Felipe III de España, comentor de la tregua doceañera, el célebre duque de Lerma, que se muestra vestido con la púrpura cardenalicia. Adoptó los hábitos eclesiásticos para evitar su caída en desgracia y el patíbulo. Como ha escrito el historiador Luis Reyes, para neutralizar la jugada del poderoso duque, orientada a hacerse con las copiosas rentas del arzobispado de Toledo, la Corona nombró cardenal a Fernando, hermano de Felipe IV y bienamado en los Países Bajos, que hubo de mantenerse célibe, bien que no era estéril. Ello truncó la posible sucesión de su sobrino Carlos II, muerto sin heredero, hecho que dio a los Borbones el cetro hispano. En 1618, a Lerma le había impuesto el birrete cardenalicio el papa Paulo V, con Jacobo I Estuardo de Inglaterra, Enrique IV de Francia e Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe II, impulsores de aquella tregua que duró 12 años, entre 1609 hasta 1621, dentro de un periodo de guerras que abarcó desde 1567 hasta 1648, e inundó Europa de odio y de sangre hasta la paz de Münster, que culminó con la independencia de los holandeses.

La exposición informa, a través de sustanciosos grabados procedentes, sobre todo, del Rijkmuseum de Ámsterdam, de acontecimientos que precedieron aquella pausa, como la revuelta iconoclasta de los protestantes en Amberes o la ejecución de un Estatúder flamenco en una plaza pública. Grabados semejantes dan una idea de lo difícil que hubo de ser la consecución del cese de tanta violencia y explican los esfuerzos de artistas flamencos y españoles por dulcificar con propuestas alegóricas aquellos conflictos, sesgados por la confrontación entre católicos y protestantes.

Es emocionante descubrir en un cuadro que representa en 1615 el intercambio de futuras reinas, Ana de Austria e Isabel de Borbón, entre Francia y España, embarcadas en falúas reales sobre el río Bidasoa, el mismo cortejo del que formó parte Diego Velázquez, aposentador real. Su rostro ha de figurar en él, bien que con esas proporciones minuciosas de la pintura de la época. El cuadro, cargado de información descriptiva, detalla atuendos y pautas de protocolo; pertenece al ajuar pictórico del monasterio de la Encarnación, de Patrimonio Nacional. La Biblioteca Nacional, los museos del Prado y del Louvre, o la Fundación Edmond de Rothschild son algunas de las instituciones prestatarias de la exposición, alentada por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales y comisariada por Bernabé García. La muestra es además un guiño al europeísmo en la víspera de la asunción, por España, de la presidencia de la Unión Europea.

Tiempo de paces. La Pax Hispánica y la tregua de los doce años. De martes a viernes, de 10.00 a 20.30. Sábados de 11.00 a 14.00 y de 17.30 a 20.30. Domingos y festivos, de 11.00 a 14.00. Martes y miércoles, gratis. Otros días, 3 euros. Hasta el 31 de enero de 2010.

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<b><i>Alegoría de la Tregua de los Doce Años,</b></i> del pintor holandés Adriaen van de Venne.
Alegoría de la Tregua de los Doce Años, del pintor holandés Adriaen van de Venne.

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