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Electricidad y telefonía centran las quejas de los consumidores

Las reclamaciones a empresas del sector servicios y de los suministros alcanzaron entre enero y junio de este año el 70% de las más de 12.000 quejas que los madrileños presentaron ante la Dirección General de Consumo de la Comunidad de Madrid. Así lo aseguró ayer la directora general de Consumo, Carmen Martínez de Sola, quien indicó que ha habido una especial incidencia en los subsectores de la electricidad y la telefonía, mientras la vivienda, tradicionalmente entre los que más quejas produce, ha experimentado un "notable retroceso, paralelo a la bajada de la demanda".

El sector servicios ha acumulado 4.370 reclamaciones (36% del total), lo que supone un aumento de más de siete puntos con respecto al año pasado, cuando supuso el 29% del total. Dentro de los servicios, son los talleres de reparaciones de automóviles (865 quejas), espectáculos y ocio (674), transporte de viajeros (620) y los servicios de asistencia técnica a domicilio (387) los más afectados, algo que se explica al menos en parte por la mayor utilización de este tipo de empresas en época de crisis, según el Gobierno regional.

La publicidad engañosa, entre las principales causas de protesta

En cuanto al sector suministros, con 4.054 reclamaciones, supuso el 33,78% del total, con una "ligera bajada" respecto al 57,42% de 2009, aunque "continúa a la cabeza", según destacó Martínez de Sola. En este sentido, la electricidad (2.500 reclamaciones), la telefonía móvil (974), Internet (338), la telefonía fija (303) y el gas natural (123) fueron los que más quejas aportaron.

Los madrileños han planteado 2.532 reclamaciones al sector de bienes, con especial incidencia en automóviles nuevos (434), textil (317), electrodomésticos de gama blanca (204) e informática y accesorios (150). Este es el sector que más ha aumentado desde el año pasado, alcanzando casi el 21% del total respecto al 8,7% de 2009.

Según ha apuntado Martínez de Sola, los motivos más frecuentes para reclamar son "el excesivo coste de los servicios prestados, especialmente en la atención a domicilio; la publicidad engañosa, la falta de atención en garantía y la mala prestación del servicio", si bien "también hay muchos casos de protestas porque los establecimientos no admiten devoluciones" algo que, según recordó la dirigente autonómica, "es algo de cortesía y no obligatorio por ley".

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