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Faithfull triunfa con la voz rota en un repaso a su tortuosa vida

Francesco Manetto

Un resfriado de escala superior no impidió el éxito de Marianne Faithfull en el Círculo de Bellas Artes, donde la cantante inglesa repasó su larga trayectoria artística. Sin la ayuda de su guitarrista Barry Reynolds, que ha tenido que abandonar la gira por enfermedad, Marianne Faithfull encontró en la Sala de Columnas del Círculo el lugar adecuado para un temario intimista de canciones, dominadas por los quebrantos y las satisfacciones de la vida. La respuesta de los asistentes fue unánime. El público celebró la actuación de la artista, que se disculpó por el estado de su voz, instrumento que en el caso de Faithfull sirve como evidencia de una vida tortuosa. Esa, la batalla de la vida, fue la base esencial del concierto, que se cerró con la versión del magnífico Don't forget me de Nilsson.

Marianne Faithfull, durante su actuación de anoche en el Círculo de Bellas Artes.
Marianne Faithfull, durante su actuación de anoche en el Círculo de Bellas Artes.EFE
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Sobre la firma

Francesco Manetto
Es editor de EL PAÍS América. Empezó a trabajar en EL PAÍS en 2006 tras cursar el Máster de Periodismo del diario. En Madrid se ha ocupado principalmente de información política y, como corresponsal en la Región Andina, se ha centrado en el posconflicto colombiano y en la crisis venezolana.

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