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Noche de violencia en Madrid

La madrugada de ayer constituyó una noche de violencia en la provincia de Madrid, durante la cual un guardia civil resultó muerto por un disparo efectuado por uno de los atracadores de una gasolinera, se registró un tiroteo entre miembros de la Policía Armada y los ocupantes de un coche, y fueron atracadas otras dos gasolineras.

El asesinato del guardia civil, Rafael Sánchez Sierra, de 34 años, se produjo en el momento en que los empleados de la gasolinera de San Fernando de Henares iban a cenar en las oficinas de las instalaciones.Dos jóvenes, que se habían bajado de un Simca 1000 de color claro, en el que minutos antes habían cargado unas trescientas pesetas de gasolina, se dirigieron a las oficinas, uno de ellos armado con una pistola y, el otro, con la cara cubierta por una media y con una escopeta de cañones recortados en las manos. Ante la presencia de los dos jóvenes, uno de los empleados, Faustino Castelo, se encerró en los servicios, en tanto su compañero, José Checa, gritaba que eran atracados en demanda de auxilio a una pareja de la Guardia Civil que se encontraba en una habitación a oscuras en la misma planta.

Ante los gritos del empleado, uno de los dos guardias civiles, Rafael Sánchez, abrió la puerta para ver cómo se encontraba la situación. En ese momento, el delincuente se volvió y efectuó dos disparos con la escopeta, uno de los cuales alcanzó al número de la Guardia Civil en el pecho, produciéndole la muerte. El otro salió por una de las ventanas.

Estos disparos avisaron al otro guardia civil que, al parecer, se tiró al suelo para repeler el ataque. El delincuente, entretanto, cogió unas 1.200 pesetas que había en un cajón y se dirigió al Simca, en donde le esperaban el joven que había estado en la puerta y otros tres cómplices más.

Los disparos efectuados por el guardia civil compañero del fallecido no lograron detener al automóvil.

Avisada la Guardia Civil de la zona, se montaron inmediatamente controles policiales tanto en la demarcación como en los alrededores de Madrid, sin que en ninguno de ellos se obtuvieran resultados positivos.

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A pesar de los controles policiales montados durante la madrugada de ayer, se cometieron otros dos atracos en gasolineras y se entabló un tiroteo, al tener que disparar los miembros de un control policial contra los ocupantes de un Seat 124 de color blanco que no respetaron la señal de alto hecha sobre las dos y media de la madrugada, en el paseo de la Ermita del Santo, frente al cementerio de San Isidro. Según manifestaron los policías, el conductor del automóvil hizo arremeter éste contra ellos. Efectuados varios disparos contra la carrocería del automóvil, éste logró huir.

El primero de los atracos a gasolineras se produjo en la del pueblo de Barajas, donde un joven, de unos veintisiete años, con barba y armado con una pistola, se apoderó de 10.000 pesetas y huyó en un Citroën GS de color gris. El segundo lo realizaron, cuatro jóvenes que, armados con escopetas y enmascarados, asaltaron la gasolinera Lusitania, sita en la carretera de Orcasitas a Carabanchel. Los asaltantes, después de golpear a los dos empleados, se apoderaron de 20.000 pesetas y se dieron a la fuga en un Seat 132.

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