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Columna
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Getafe, capital de Madrid

Pedro Castro, alcalde socialista de Getafe desde hace 23 años, nos ha dejado boquiabiertos al reclamar para su pueblo el título de capital de la Comunidad de Madrid. Pero como Madrid es capital de España, esa reclamación, por lógica, implica sibilinamente una sugerencia de cambio en la capitalidad de la nación, una movida estatal de órdago. Acaso sea ésta la serpiente del verano en curso.

De alguna forma, no le falta razón a Pedro Castro. Madrid es capital desde mediados del siglo XVI por un error garrafal de los asesores de Felipe II. El rey les ordenó que delimitaran el centro geográfico de la península Ibérica para establecer allí la capital del imperio español. Los sabios se equivocaron. El centro estaba algo más al sur, casi entre Pinto y Valdemoro, en el Cerro de los Ángeles. Además, Getafe es enclave demográfico mucho más antiguo que Madrid. Los expertos dicen que estaba habitado en el neolítico. Algunos malpensados sospechan que, en el fondo, había intereses inmobiliarios de personas cercanas al monarca que obligaron a los geógrafos a mentir en su informe. La mafia del ladrillo es perenne.

El desarrollo de Getafe ha sido espectacular. En unos años ha pasado de ser una gris ciudad dormitorio a tener catedral, obispo, universidad, hospital y conservatorio de música. Desde 1913 es líder en la industria aeronáutica. Por si fuera poco, su equipo de fútbol está en Primera División, cosa, al parecer, bastante elemental para cualquier capital que se precie.

En Getafe nació el género chico. Allí escribió Ricardo de la Vega el libreto de La verbena de la Paloma (1894). Getafe era centro de peregrinación de los intelectuales de la Generación del 98. Iban a visitar a un singular personaje que los tenía fascinados, el novelista Silverio Lanza (seudónimo de Juan Bautista Amorós Vázquez de Figueroa). Por su casa de la calle Olivares pasaron Galdós, Pío Baroja, Unamuno, Ramón Gómez de la Serna, Azorín, Valle Inclán... Tipo asilvestrado, Pío Baroja dijo de él que era "el más anarquista de todos los escritores españoles contemporáneos". Sus obras son casi imposibles de encontrar. Si Getafe quiere ser capital, que edite dignamente a Silverio Lanza.

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