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El Gobierno permitirá que la marcha laica discurra por la Puerta del Sol

La protesta con el lema 'De mis impuestos, al Papa cero' será el 17 de agosto

Los peregrinos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) tendrán que compartir el centro de Madrid con quienes consideran que la visita de Benedicto XVI a Madrid es un dispendio de recursos públicos. La manifestación laica del 17 de agosto partirá de la plaza de Tirso de Molina con el lema De mis impuestos, al Papa cero y pasará por la Puerta del Sol, aunque no terminará allí como reclamaban los convocantes. La Delegación del Gobierno rechazó el lunes las tres alternativas de itinerario que habían pedido los convocantes y estos amenazaron con mantenerla a pesar del veto. Tres días después, la situación se ha destensado.

Representantes de tres de las convocantes -Europa Laica, Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores (AMAL) y Redes Cristianas- se reunieron ayer con el subdelegado del Gobierno, Ricardo García, para buscar otras alternativas.

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En la reunión de ayer, la Delegación ofreció cuatro nuevas opciones por el centro sin final en Sol. Ahora esperan que los organizadores presenten una nueva solicitud con el recorrido definitivo, según fuentes de la Delegación. El escrito, que se tramitará por el procedimiento de urgencia (se resolverá en 24 horas), es necesario para revocar la anterior autorización.

La Comunidad de Madrid ha reclamado desde el principio a la Delegación que no autorice la marcha durante la visita de los peregrinos a la capital. La JMJ aceptó la celebración de la protesta, pero pidió que se trasladara a zonas donde no haya concentración de peregrinos.

El Ayuntamiento de Madrid emitió un informe -no vinculante- en el que desaconsejaba la autorización por la "alta posibilidad" de que se produjeran "conductas organizadas de ofensa y vejación de los sentimientos religiosos" de los peregrinos. El informe municipal, que la Delegación asumió, señalaba además que no dispondrían de suficientes policías para garantizar la seguridad, "al encontrarse la práctica totalidad inmersos en los dispositivos" de la visita papal. La Delegación decidió entonces vetar el recorrido por el centro y ofreció la alternativa del barrio de Lavapiés, que los manifestantes rechazaron al considerarlo peligroso y poco visible.

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