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El Gobierno regional culpa a los viajeros de los retrasos que sufre el metro

La consejera Rodríguez achaca las incidencias a "la mala colocación" en los andenes de los usuarios

Cada uno de los 22.842 viajeros que cada día toman el metro entre las 7.30 y las 9.30 en la estación de Sainz de Baranda es responsable de las "perturbaciones" que sufre el suburbano en hora punta. Al igual que el resto de los que toman cada día la red de Metro.

Tras varios días de incidencias y retrasos en la red del metro, la consejera de Transportes e Infraestructuras, Elvira Rodríguez, si bien pidió perdón por lo ocurrido, luego lo justificó en "los problemas por la afluencia de personas y su mala colocación" en los andenes y trenes.

Uno de cada tres de los trenes que recorran la línea 6 en hora punta será de refuerzo

Después aclaró este argumento explicando que "la gente no se ordena homogéneamente en los trenes". Esto provoca, según dijo, que tarden mucho más en subir a los coches. Además, cuando el conductor intenta cerrar las puertas tiene que insistir varias veces porque, debido a la masificación de los vagones y la presión de los pasajeros, cualquier elemento que sobresalga impide el cierre automático.

La consecuencia es que se acumulan los retrasos. "Es como una bola de nieve", puntualizó Rodríguez. Para poner orden a tanto desbarajuste, la Consejería ha decidido aplicar a partir de mañana un "plan de choque" en la línea 6, que es la que más deficiencias acumula y la que tiene mayor número de usuarios (una media diaria de 625.000).

En concreto, las medidas se aplicarán en las 12 estaciones situadas entre Plaza Elíptica y Avenida de América. La demanda en hora punta de este tramo, que gira en sentido contrario a las agujas del reloj, se ha incrementado el 21% desde 2003. La línea 6 tiene 23 kilómetros, y por sus 27 estaciones llegan a pasar al año 180 millones de viajeros.

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La primera solución será la distribución de unos 50 empleados de metro en los andenes, que tendrán como fin "informar y lograr una distribución homogénea de los viajeros en los diferentes coches en un menor tiempo". De esta forma, se conseguiría un tráfico más fluido. Este personal estará en contacto con los conductores de los convoyes y el puesto de mando del suburbano.

Según explicó la consejera, el mal funcionamiento del cierre de puertas se debe también a la presión que los usuarios ejercen sobre ellas, que causan el 32% de las perturbaciones -entre las que se incluyen averías que llevan al tren a parar durante más de cinco minutos o circunstancias que obligan a desalojar a los viajeros de los convoyes-. El número de estas incidencias en diciembre pasado fue de 179. De ellas, 105 por los propios trenes y 74 por activación intencionada de la apertura de puertas o porque no se cierren bien.

Además, está previsto incrementar en un tercio el número de trenes que circulan en hora punta, entre las 7.30 y las 9.30. Según los datos del Consorcio Regional de Transportes, la frecuencia de paso es de tres minutos, por lo que con los nuevos convoyes sería cada dos minutos. Los coches se incorporarán vacíos cada nueve minutos desde la estación de Méndez Álvaro. Según la Comunidad, en el tramo entre Plaza Elíptica y Avenida de América se produce la mayor acumulación de viajeros. Está previsto que esta medida permita incrementar la capacidad del servicio en un 33%. Estos trenes son más nuevos que los que circulan en la actualidad y tienen un 10% más de capacidad y mejor distribución del espacio interior. Debido a sus características, a estos trenes se les denomina boa.

Con el fin de resolver en el menor tiempo posible las averías, dos equipos de 16 técnicos de operación y mantenimiento trabajarán a pie de andén. Éstas serían las medidas que está previsto tomar de forma inmediata, pero la consejera aclaró que ya se está trabajando en otras que se pondrán en marcha a corto y medio plazo. A finales de este mes, cuando se inaugure la estación de Arganzuela-Planetario (también en la línea 6), se podrá utilizar una pequeña cochera de reserva con capacidad para cuatro trenes construida en las instalaciones y, en la primera quincena de marzo, está previsto que funcione la cochera de Laguna. La Comunidad gastará 52 millones de euros en instalar en la línea 6 la nueva señalización automática que "permitirá incrementar la circulación", según Rodríguez.

Además, la Consejería ha invertido 13 millones de euros para la construcción de dos nuevas subestaciones eléctricas que den servicio a esta línea, y que antes de que acabe el año se convocará un concurso para adquirir 25 nuevos trenes con 147 coches. La consejera salió al paso de las argumentaciones de la oposición que acusan al Gobierno regional de haber gastado más en el desarrollo del metro que en su mantenimiento. Rodríguez dijo que entre 2003 y 2007 se han destinado 350 millones para este fin.

"Que culpe a los usuarios, que padecen desde hace dos años las anomalías, es una broma pesada", asegura el portavoz de transportes del PSOE en la Asamblea, José Quintana. "Se nota que la consejera cuando va al despacho no utiliza el transporte público. Hay un montón de horas perdidas en el trabajo", sentencia. En su opinión, "el PP ve el mantenimiento de la red como un gasto y no como una inversión".

El portavoz de Transportes en IU, Fausto Fernández, acusó por su parte a la Comunidad de "falta de inversión en mantenimiento e infraestructuras. Habría que preguntar a la consejera si es que el problema es que tiene muchos viajeros.

Hay que atender a la demanda", zanjó.Sus quejas y sugerencias en lectores.madrid@elpaís.es

De los parones de 15 minutos a la rebelión de los pasajeros

Si se hace caso a los preceptos de la ley de Murphy, nadie debería tomar el suburbano en hora punta, por aquello de salir con retraso y tener que llegar a tiempo al trabajo. Parones de 5, 10, 15 y hasta 50 minutos se han producido en los últimos 30 días en el suburbano. El episodio más grave se vivió el pasado día 12 cuando más de una veintena de viajeros se amotinó en plena hora punta tras sufrir dos averías en diferentes trenes de la línea 6. Hartos, los usuarios se negaron a obedecer la orden de desalojo, por lo que bajó al andén la Unidad de Intervención Policial, es decir, antidisturbios. El resultado, la pertinente "evacuación" y un detenido por agredir a un policía.

Más allá de lo que puede ser una sensación, la Unión de Consumidores de España (UCE) informó de que las averías en el Metro se habían incrementado un 10% a lo largo de 2006 con respecto al año anterior. Ponían la cruz a la línea 6 y en especial al tramo que va desde la estación de Legazpi hasta la de la Avenida de América. Según la UCE, los fallos fueron motivados "por la pérdida de fuerza de los trenes, provocados por bajadas de tensión a consecuencia de la gran afluencia de viajeros en hora punta". El Partido Socialista de Madrid eleva el incremento en el número de averías hasta el 32%.

Basta con preguntar a un viajero habitual del suburbano para descubrir el número de incidencias que provocan los consiguientes retrasos. La situación es tal que incluso ha habido hasta tres averías en la línea 6 en menos de 24 horas.

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