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Gregorio Gordo será elegido hoy coordinador de IU

El apoyo a una candidatura unitaria de todas las familias fractura el PCE

El diputado autonómico Gregorio Gordo, de 50 años, será aupado hoy al cargo de coordinador general de IU-Madrid con más tranquilidad que ninguno de sus predecesores: como cabeza de una lista unitaria que agrupa, por primera vez en dos décadas, a todas las familias de la organización. Sólo una parte del aparato del PCE, que ha sufrido una fuga de sus cuadros más jóvenes hasta el punto de fracturarse, se resistía ayer a sumarse al acuerdo y barajaba presentar a un candidato alternativo. La VIII Asamblea Regional de IU arrancó con un clima de unidad nunca visto y culmina hoy con el sector crítico reducido a la mínima expresión.

Tras la andaluza, la madrileña es la segunda federación con más peso de IU: 11.000 militantes, 11 diputados autonómicos, ocho alcaldes y 133 concejales. Con el lema Más fuertes, más útiles, el reto de los 765 delegados de la asamblea era poner en práctica el discurso lanzado en estos meses desde la dirección federal: dejar la pelea interna y hacer política concreta, sobre todo cuando los trabajadores buscan amparo en plena crisis económica, se impone. A juzgar por lo vivido ayer, el mensaje ha calado.

Los tres sectores prometen dar paso a una renovación generacional

"Creíamos que veníamos a una asamblea como todas las anteriores: con el sector mayoritario haciendo y deshaciendo a su antojo y los críticos haciendo oposición. Pero parece que esta vez va en serio, que queremos ponernos de acuerdo, y no vamos a desaprovecharlo. Por nosotros no va a quedar", afirmaba en los pasillos de la sede de CC OO en Madrid -donde se celebra la asamblea- uno de los delegados del sector crítico que abogaba por la lista única. Todos los dirigentes prometen, además, una notable "renovación generacional" en los puestos de mando.

La unidad la han construido en distintas reuniones durante las últimas semanas representantes de las tres familias principales: el sector mayoritario (58%), al que pertenece Gregorio Gordo y cuyo hombre fuerte es desde hace más de una década el concejal Ángel Pérez; y los dos sectores críticos: el entorno del PCE (27%) y el grupo vinculado a IU Abierta (15%), con dirigentes como Inés Sabanés y Fausto Fernández.

En la lista encabezada por Gordo hay miembros de las tres familias. Pero una de ellas, la del PCE, se ha fracturado: mientras los militantes más jóvenes -agrupados en la corriente En Construcción- y el sector del partido vinculado a Enrique Santiago se integraban en la candidatura unitaria, el aparato del PCE madrileño, dirigido por el secretario general, Juan Ramón Sanz, se resistía. La cuestión trató de zanjarse con una reunión a mediodía en la que 125 delegados comunistas votaron si sumarse a la unidad o no: ganó el sí por tres votos. "Acepto el resultado", dijo Sanz. Y pareció que la lista unitaria era un hecho.

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Pero entonces comenzó otra batalla: la de decidir cuántos puestos en la candidatura -que se traducirán más tarde en puestos de dirección- corresponderían a cada uno de los subsectores del PCE, y ahí la baraja volvió a romperse. "Es una traición. ¡Son los nuestros, gente del partido, los que quieren dejarnos aislados!", protestaba un dirigente próximo a Sanz. "Ésta es una cuestión generacional: los históricos del PCE no quieren moverse ni un centímetro, y así es imposible construir la unidad", respondía un joven comunista que votó a favor de la integración y en contra de su secretario general.

A la espera de saber si habrá dos listas o una, ayer la jornada se cerró con un mensaje de acuerdo: el informe de gestión de la dirección saliente fue aprobado con un 58% de los votos, y el documento político que fija la posición de IU-Madrid para los próximos cuatro años recibió el respaldo del 86% de los delegados.

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