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Reportaje:

Haciendo el 'beatle' en la azotea

Cuarenta músicos recrean mañana en la terraza del Círculo de Bellas Artes el concierto que el mítico cuarteto de Liverpool dio antes de separarse

Carlos Marcos

Existen notables diferencias. Una de ellas es la cuestión climatológica. Aquel 30 de enero de 1969 amaneció polar en Londres, con ese condenado viento británico que te paraliza los sentidos y que no dejaba de agitar las melenas de George Harrison y John Lennon. Recordemos: era la época hippy de los Beatles y vivían como seres humanos patilludos y greñudos. Hoy, sin embargo, pocas melenas (de hecho hay algún calvo, como Juan Aguirre, de Amaral) y un calor abrasivo en el centro de Madrid. Estamos en la azotea del Círculo de Bellas Artes, donde mañana nueve grupos (Amaral, Vetusta Morla, Coque Malla, Tulsa, Lovely Luna...), que suman 40 músicos, interpretarán las mismas canciones (y alguna más) que los Beatles tocaron en el que fuera el último concierto de su historia, el que ofrecieron en el tejado de las oficinas de la discográfica Apple en 1969.

Los Beatles tocaron su último directo en el tejado de la discográfica Apple
Estaban grabando 'Let it be' y fue una actuación sorpresa y gratuita
Ninguno de los músicos convocados había nacido en enero de 1969
Coque Malla: "El primer disco que me compré fue 'Help"

Juan Aguirre, 40 años, pisa el horno que es a la una de la tarde la bella azotea del Círculo de Bellas Artes, donde (y no es una frase hecha), se disfruta de todo Madrid hasta donde alcanza la vista. La mitad masculina de Amaral comparte paseo con otros dos músicos participantes en el homenaje beatlelmano, Alberto Jiménez, 26 años, cantante de Miss Caffeína, y Manuel Cabezalí, 28 años, voz y guitarra de Havalina, bandas indies del circuito madrileño.

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La historia se escribió así. Los Beatles se encontraban en el estudio de Apple, en Londres, grabando y filmando la película Let it be. Sin paños calientes: en esa época los integrantes del cuarteto se llevaban fatal. "Fue la sesión más desagradable de la historia", apuntó después Lennon.

Una de las ideas era tocar el material que estaban grabando en la azotea del edificio, en un concierto sorpresa y, obviamente, gratuito. Envueltos en gruesos abrigos de piel para paliar el frío comenzaron a tocar. La cara de sorpresa de los currantes del barrio, la zona donde los sastres tenían sus talleres, fue apoteósica.

La policía, carente del mínimo sentido del arte, decidió pasar a la historia poniendo fin al concierto. Fue algo más de media hora y sonaron temas como Get back, Don't let me down o Dig a pony. Sería el último concierto en la historia de los Beatles. Al año siguiente se separaban.

"¿Qué donde estaba yo en enero de 1969? Pues probablemente estarían mis padres engendrándome porque nací en octubre de ese año", comenta Coque Malla, uno de los participantes. De hecho, ninguno de los músicos convocados en el tributo había nacido aquel año, prueba de que la música del cuarteto sigue siendo influyente aún en las nuevas generaciones. "Siempre querían ir más allá. Escuchas sus discos y todavía te sorprendes: ¿cómo conseguían ese sonido?", apunta el veinteañero cantante de Miss Caffeína.

Coque Malla recuerda: "El primer disco que me compré en mi vida fue precisamente uno de los Beatles, Help. Me acuerdo perfectamente que fue en El Corte Inglés e iba con mi madre. Quería Help porque había visto la película, que era muy de niños, y me encantó. Flipaba con George Harrison porque había una foto en el disco donde posaba con un sombrero de vaquero y a mí me encantaban los cowboys".

Juan Aguirre se tropezó con los Beatles cuando tenía 12 años y escuchó cómo salía del equipo de música de un coche la vibrante A hard day's night. "Para un músico es humillante escuchar Revolver: suena super actual", dice el guitarrista.

Mañana, cada grupo interpretará un par de canciones de aquella sesión de grabación. Coque Malla ofrecerá Across the universe; Amaral Get back, con Eva haciendo de Paul McCartney... El cantante de Havalina apunta el sonido duro que tenía la banda en aquella época: "Ese concierto del tejado es muy rudo, muy rockero". Y la voz de Miss Caffeína analiza la ruptura del cuarteto. "Era imposible aguantar esa olla a presión. No podían ni salir a la calle...".

Las entradas (450, a 20 euros) se agotaron a los pocos días de anunciarse en Facebook. Juan Aguirre, que sale junto a Eva de su encierro compositivo en un estudio del centro de la capital solo para este concierto, anuncia cómo encaran el homenaje: "Es como salir al recreo". "Sí, sí, a pasárnoslo bomba", apuntan los músicos más jóvenes.

De izquierda a derecha, Juan Aguirre (Amaral), Alberto Jiménez (Miss Caffeína) y Manuel Cabezalí (Havalina), en la azotea del Círculo.
De izquierda a derecha, Juan Aguirre (Amaral), Alberto Jiménez (Miss Caffeína) y Manuel Cabezalí (Havalina), en la azotea del Círculo.SAMUEL SÁNCHEZ

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Sobre la firma

Carlos Marcos
Redactor de Cultura especializado en música. Empezó trabajando en Guía del Ocio de Madrid y El País de las Tentaciones. Redactor jefe de Rolling Stone y Revista 40, coordinó cinco años la web de la revista ICON. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Madrid.

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