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¡Hagan clic, señores!

Comienza a operar en Madrid el primer casino legal en la Red con 'black jack' y ruleta francesa como reclamos

Juan Diego Quesada

En el Casino Gran Madrid, ese lugar al que los hombres tienen que llevar chaqueta o alquilar una en la puerta para poder entrar, se puede jugar en pijama y zapatillas si al jugador se le antoja. Desde su casa, claro. El primer casino online legal de España, abierto por ahora tan solo a jugadores que estén empadronados en la Comunidad de Madrid, echó ayer a andar con la ruleta francesa, el black jack y las máquinas de azar (las tragaperras de siempre) como principales reclamos.

Se necesita un crédito mínimo de 10 euros. El internauta accede a un salón virtual y elige la mesa en la que sentarse a jugar. Se navega a través de un programa parecido al que utilizan las empresas de póquer en Internet. Sencillo y sobrio. Sin letras de gran tamaño ni banners publicitarios. Se apuesta. Se gana o se pierde. En ocasiones en tan solo unos segundos. Tan rápido como en un casino al uso.

El casino de Torrelodones, como se conoce al Gran Casino de Madrid, ha tardado tres años en sacar adelante el proyecto, en el que ha invertido tres millones de euros. Los juegos han tenido que ser homologados uno a uno por un instituto de la Universidad Politécnica de Madrid. Para garantizar la aleatoriedad de los juegos se han realizado un millón de simulaciones. Matemática pura y dura.

El negocio del juego en la Red ha crecido año a año en España. Se prevé que en 2014, solo en Madrid, mueva alrededor de 80 millones de euros. Haciendo caso a esas cuentas, proporcionadas por el casino, el volumen nacional de juego rondará los 317 millones. Los casinos virtuales comenzaron a operar sin límites hace una década, pero los países han ido poniendo barreras para controlar la gran marea de dinero que circulaba sin control alguno. La Ley del Juego aprobada en mayo exige a las empresas que abran salas de juego que tengan domicilio en un país europeo y que paguen como impuestos el 25% de sus beneficios. Hacienda podrá controlar de esta forma las ganancias de los jugadores y los casinos, un tráfico monetario invisible para el fisco años atás.

Hasta ahora se podía apostar en casinos irregulares. Afincados en otros países, algunos de ellos son paraísos fiscales con un control tributario ridículo. El de Torrelodones es el primero que cumple con la legislación autonómica, muy severa y controladora en el caso de los juegos de azar. "El casino aplica la máxima profesionalidad. Las matemáticas de los juegos es la misma. Ha sido muy laborioso poder crear esto porque hemos sido sometidos a unos controles muy estrictos", cuenta José María Paredes, el director comercial del casino. La dirección general de Tributos de la Comunidad de Madrid le concedió la autorización para operar el 17 de mayo, el día internacional de Internet.

El casino espera poder montar una mesa de póquer, el juego online que más dinero mueve actualemente en el mundo. Cada segundo juegan 60.000 personas según una página web de apuestas. Pero necesita una licencia nacional para poder hacerlo. Jóvenes de este país han creado una verdadera comunidad alrededor de este juego por Internet y en algunos casos han amasado millones de euros. Es el juego más atractivo en la Red y por ello el casino espera poder incluirlo pronto entre sus servicios.

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La empresa no pudo facilitar el número de clientes que tuvo durante su primer día. Antes de que concluya el año, esperan que estén disponibles un centenar de juegos de azar en los que poder apostar.

Mesa de ruleta en el Casino Gran Madrid de Torrelodones.
Mesa de ruleta en el Casino Gran Madrid de Torrelodones.ULY MARTÍN

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Sobre la firma

Juan Diego Quesada
Es el corresponsal de Colombia, Venezuela y la región andina. Fue miembro fundador de EL PAÍS América en 2013, en la sede de México. Después pasó por la sección de Internacional, donde fue enviado especial a Irak, Filipinas y los Balcanes. Más tarde escribió reportajes en Madrid, ciudad desde la que cubrió la pandemia de covid-19.

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