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Reportaje:

Halcones (sin corbata) en Azca

Uno de los rascacielos del corazón financiero acoge polluelos para intentar repoblar Madrid de este rapaz

Tienen sólo dos meses y ya se han hecho con un hogar en uno de los edificios con mejores vistas de la capital. En la azotea del último piso de Torre Europa, en una casa prefabricada -en realidad, un nido artificial-, viven desde ayer tres polluelos de halcón peregrino criados en cautividad. Si todo va bien, cuando crezcan volverán al nido en el que se han criado, siguiendo sus instintos, para depositar en él sus huevos (lo que los ornitólogos conocen como filopatria).

Se trata de un intento de reintroducir a esta rapaz, que está amenazada en la Comunidad de Madrid, a través de un proyecto que han puesto en marcha la Consejería de Medio Ambiente y la Fundación para la Investigación y el Desarrollo Animal (FIDA). De la primera fase del mismo, que se inició hace un año, salieron otros cinco ejemplares (una hembra y cuatro machos) que ahora sobrevuelan el polígono de negocios Azca, según la consejería.

Esta técnica de introducir aves criadas en cautividad mediante nidos artificiales se conoce como hacking. Durante los primeros meses, la caja en la que se instala el nido permanece cerrada con una rejilla, y los pollos reciben el alimento de sus cuidadores. A medida que crecen y aprenden a volar, se les van retirando las atenciones hasta que dominan la caza y se vuelven autosuficientes.

Así que, dentro de unos meses, los jóvenes halcones que ayer anidaron en el piso 29 de uno de los edificios más altos de la capital otearán desde sus dominios el horizonte madrileño en busca de sus presas. Son rapaces que se alimentan de otras aves, por lo que entre su comida predilecta están las palomas, los mirlos y las cotorras. Por eso los halcones se utilizan en aeropuertos, como el de Barajas, para controlar el vuelo de otros pájaros, o en programas para reducir la concentración de palomas.

El de la Torre Europa no es el único tejado que estos animales han elegido para vivir. Actualmente hay tres parejas reproductoras en la zona centro y varios nidos naturales como el del Pirulí (Torrespaña) o la Casa de América, según la consejería. "La tasa de supervivencia en su hábitat es del 45%. En la primera fase de nuestro programa de hacking el éxito ha sido del 60%", señaló el viceconsejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Manuel Beltrán, después de asistir a la colocación de las tres crías en su nido. "Estos programas no quitan que la Comunidad esté permitiendo que se destruyan otras zonas del hábitat del halcón, como el Corredor del Henares", opina Santiago Martín Barajas, de Ecologistas en Acción.

Varias ciudades han impulsado este tipo de proyectos para introducir halcones entre sus edificios, desde Nueva York a Chicago o Toronto. El Ayuntamiento de Barcelona lo promueve desde 1999 y ha conseguido que tres parejas críen en las alturas de la Ciudad Condal, incluida la Sagrada Familia.

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