"Hay que refundar el colegio"
"Hemos vivido muy aislados y debemos recuperar la capacidad de influencia". A partir de esta autocrítica, José Antonio Granero (Madrid, 1962) propone nuevos campos de trabajo para los arquitectos y que la arquitectura recupere de nuevo su función social y cultural. "No creemos en los clubes elitistas"·
Pregunta. ¿Cómo pueden reinventarse una profesión que está en plena crisis?
Respuesta. Nuestra profesión nos permite estar en otros campos además de la edificación, como en el sector energético, en I+D+I, en gestión... Nos enfrentamos ahora a la rehabilitación del centro de la ciudad y deberíamos estar al frente, liderar el debate de cómo son las viviendas que queremos y cuales podemos tener. Y marcar la agenda a las Administraciones. Porque ya no se trata de construir más, sino de rehabilitar para mejorarlo y reutilizarlo.
P. ¿Y el papel del colegio?
R. En los últimos años hemos sido muy escépticos sobre su función, pero puede ser una herramienta eficaz en defensa de nuestra profesión, para tener presencia y cumplir su fin social. Por ejemplo, a Lorca acudieron 150 arquitectos voluntarios. Tenemos que ofrecer el lado positivo y de ilusión que tiene la arquitectura, aprender a valorarla más. Y eso se hace a través de tres plataformas, el Instituto de Arquitectura, otra de ciudad y paisaje y otra cultural, que tenga que ver con la difusión y el pensamiento.
P. ¿Y cómo se plantean captar recursos?
R. Al tener agrupado todo el patrimonio en un solo edificio nos va a permitir centrar actividades para captar más ingresos. Hay seis millones de desviación pero la situación no es de quiebra, hay que reestructurar la plantilla, no echar sino reciclar y se tiene que llegar a la autofinanciación. El colegio puede prestar servicios a la sociedad y a otros profesionales, desde asesoramiento jurídico hasta apoyar a empresas relacionadas con la industria energética.
P. ¿Y cómo cree que puede atraer de nuevo a ese 75% de colegiados que no votan y que se han desentendido del colegio?
R. La desafección es absoluta, el colegio que tenemos ya no nos sirve y hay que refundarlo. Debe de servir para dar cobertura a determinadas iniciativas, integrar a distintas generaciones, abrir puertas a los jóvenes e impulsar a quienes quieran hacer cosas.
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