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IU se queja a los Príncipes en Fuenlabrada de la detención de dos republicanos en Móstoles

"Respeto todas las ideologías y creo en la libertad de expresión", confió doña Leticia a una edil

La polémica surgida por la detención el martes pasado de dos jóvenes republicanos acompañó ayer a los Príncipes durante su visita a Fuenlabrada. Los dos concejales de IU del Gobierno municipal, con pines republicanos en la solapa, entregaron a Felipe de Borbón y Letizia Ortiz una carta de repulsa por el arresto de dos militantes de su partido, ocurrido durante la visita de la pareja real a Móstoles el pasado martes. Una multitud acudió a ver a la comitiva. Un centenar de personas gritó proclamas antimonárquicas y enarboló banderas republicanas al paso de los Príncipes por el municipio.

La última parada de los Príncipes de Asturias- que ayer celebraban su segundo aniversario de boda- en su visita a Fuenlabrada fue en el centro cultural Tomás y Valiente. Miles de personas esperaban, pasadas las siete de la tarde, el saludo de la pareja en el balcón del centro que da a una inmensa explanada. Pero los gritos de "¡Felipe, Felipe!" quedaron ahogados por las proclamas antimonárquicas coreadas por un centenar de republicanos. "¡Fuera, fuera!", "¡Viva la República!", gritaron los manifestantes, convocados a través de Internet por las Juventudes Comunistas. Una decena de banderas republicanas ondeaban al viento y el centenar de personas corearon también "¡Letizia Ortiz, a currar al Burger King!" o "¡España mañana será republicana!".

Un grupo de adolescentes se enfrentaron a los republicanos con gritos de "¡Viva España!". Uno llegó a quemar incluso una pancarta antimonárquica, hubo empujones entre un bando y otro; y salpicones con botellas de agua. La cosa no llegó a más y la policía no intervino en la trifulca. La escena de protesta se repitió a las ocho de la tarde, a la salida de los Príncipes del edificio. Entonces, los simpatizantes de la República volvieron a gritar sus proclamas en el lado derecho de la plaza del centro cultural Tomás y Valiente. Los Príncipes comenzaron a saludar por el lado izquierdo y, cuando parecía que iban a enfilar hacia los coches, don Felipe se acercó hacia el lado donde dominaban los colores de la República. Los Príncipes sonreían. Entonces, las proclamas antimonárquicas volvieron a sonar.

Antes, durante la reunión que mantuvieron los Príncipes con los miembros de la Corporación municipal (PSOE, PP e IU), los dos concejales de IU entregaron a la pareja real una carta de protesta por la detención, el martes pasado, de Eduardo y Naiara Cabrera, dos jóvenes republicanos, durante la visita de los Príncipes a Móstoles. Los jóvenes aseguran que les detuvieron por gritar "¡Viva la República!". La policía sostiene que alteraron el orden público. "El Príncipe me ha agradecido que le hiciese llegar la carta y que perdonase que no la leyese en ese momento pero que la iba a leer después", explicó Teresa Fernández, concejal de IU. La edil, que forma parte de la coalición de gobierno entre PSOE e IU explicó, además, que doña Letizia le dijo en un aparte: "Yo respeto todas las ideologías políticas y creo en la libertad de expresión". La carta terminaba: "Viva la libertad de expresión. Viva la democracia. Viva la República".

Al margen de la polémica, la visita de los Príncipes discurrió entre colegios, exposiciones, comida con personalidades y la visita a una fábrica. "¡Las once y cinco!", se escuchó por la mañana en una esquina de la plaza de la Constitución, y el coche de los Príncipes hizo su primera aparición. Se oyó entonces entre la algarabía más el nombre de Letizia que el de Felipe y afloraron las banderitas de España entre la multitud. Muchas mujeres contaron el mismo plan: despertador a las siete de la mañana para dejar la comida preparada y seguimiento de los Príncipes durante todo el día en Fuenlabrada.

Al comienzo de la visita, las autoridades subieron a visitar el Ayuntamiento y el público se tomó un respiro. Los Príncipes asomaron a los cinco minutos al balcón y el público se volvió a encender. Desde abajo Jesús León y Óscar Pinilla, trabajadores municipales, observaban a la pareja real. Los dos pasaron la noche colocando las vallas que separan a las autoridades del público. Y, a su manera, también siguieron a los Príncipes. "Y ahora seguimos, en cuanto se vayan de aquí tenemos que quitar las vallas y como locos las tenemos que poner en el siguiente sitio", explicaron.

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La comitiva se fue deprisa y corriendo al colegio público Dulce Chacón, en el barrio de Loranca. Los Príncipes visitaron varias aulas, y en una los pequeños le regalaron un libro de cuentos. "¿Y esto se lo vamos a leer a...?", preguntó don Felipe. "¡A Leonor!", gritaron los niños. "¿Dónde está? ¿La habéis dejado sola?", interrogó un pequeño. "No, está con una chica", contestó doña Letizia.

Fuenlabrada (200.000 habitantes) es uno de los municipios más jóvenes de España. Y el Príncipe no lo pasó por alto. Su discurso hizo hincapié en la importancia de fomentar la vivienda protegida y de invertir en educación. La visita también llevó a la pareja hasta la fábrica de Casbega, que produce productos de la multinacional Coca-Cola y que los fuenlabreños conocen como "la fábrica de la Coca-Cola".

"¿Está Dulce en Cuba?"

Una de las paradas que hicieron ayer los Príncipes en Fuenlabrada fue en el colegio público Dulce Chacón, que lleva el nombre de la escritora de La voz dormida y que falleció el 3 de diciembre de 2003 a los 49 años por un cáncer.

En el centro les esperaban la hermana gemela de la escritora, Inma Chacón; la madre de ambas, María Gutiérrez, la hija mayor de Dulce, Dolores, y su bebé.

La presidenta del Gobierno regional, Esperanza Aguirre, acompañó a los Príncipes. Y, según confirmaron ayer dos personas presentes en el encuentro, Aguirre desconocía que Chacón está muerta. "¿Dónde está Dulce, en Cuba? ¿Por eso no ha venido?", le preguntó Aguirre a la madre de la fallecida. "La mujer no entendía lo que le decía la presidenta; se quedó muy confundida. Luego le ha tenido que decir: 'Mi hija murió", comentó uno de los testigos. "No sabemos a qué se debió esta confusión. Quizá Aguirre ha mezclado a Dulce Chacón con la escritora cubana Dulce María Loynaz", explicó la misma fuente. Pero es que esta escritora cubana también falleció: en 1997.

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