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Iván Ferreiro no tiene sala para cerrar su gira

La Riviera no logró ayer el permiso para su reapertura

El reencuentro del cantante vigués Iván Ferreiro con sus seguidores madrileños suma ya su segundo mes en el territorio de las incertidumbres. El antiguo líder del grupo Piratas pensaba cerrar el 28 y 29 de noviembre su gira del disco Mentiroso, mentiroso con dos noches en La Riviera, pero la clausura de este local abortó sus planes.

Confiado en que la sala reabriría en 2009, emplazó a sus fieles para los días 9 y 10 de este mes. Sin embargo, los técnicos de la Junta Municipal de Arganzuela que visitaron ayer las instalaciones del paseo de la Virgen del Puerto reseñaron que la reforma aún no se ajusta a la legalidad.

El artista se confesaba anoche contrariado. "Me siento en medio de una movida política que me ha dado en toda la cara. Queda la sensación de que a ninguna autoridad le interesa verdaderamente buscar soluciones", protestó.

La reforma aún no se ajusta a la legalidad, dicen las autoridades
"Me siento en medio de una movida política", comenta el artista

La oficina de contratación de Ferreiro, Get In, comenzó a las cinco de la tarde la búsqueda de alternativas. Trabajan a contrarreloj sobre dos opciones: concentrar el mismo día a todo el público en un recinto grande, como el Palacio Vistalegre, o cerrar cuatro o cinco fechas en una sala de aforo intermedio, como el caso de Joy Eslava. Hasta mañana miércoles no habrá una resolución definitiva, para desesperación del cantante. "El cierre de mis giras en Madrid siempre fue una celebración grande. En cambio, ahora tengo que cargar con la incertidumbre de cuándo viajo o dejo de viajar. Yo ya debería estar de vacaciones, pero se ha complicado todo".

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La road manager de Ferreiro, Elisa Suárez, anotó que la negación de la licencia se debe a una pequeña anomalía con una salida de incendios, pero ningún portavoz de la sala avaló ni desmintió esta versión. "Sólo diré que las obras están a punto, pero no puedo dar más información", aseguró en tono compungido el propietario de La Riviera, Eulogio Navalpotro. El responsable de programación del recinto también optó por la cautela. "Estaremos de vuelta, en teoría, muy pronto. Faltan unos detalles insignificantes, pero yo ya sólo me creeré lo que me comuniquen personalmente, cara a cara, desde la junta municipal. Es una putada que nos hayan derrumbado lo de Iván, un artista con el que nos sentimos muy comprometidos".

La Riviera se encontró con el precinto municipal de cierre el pasado 21 de noviembre, seis días después de que el joven Álvaro Ussía falleciera a las puertas del Balcón de Rosales. A partir de ese momento, el local emprendió a velocidad enfebrecida las obras de reforma que le impuso el Ayuntamiento, pero el ansiado permiso de reapertura sigue sin concretarse.

"Han estado trabajando de siete de la mañana a once de la noche durante todas las navidades, incluidos los días festivos", revelaba ayer una fuente próxima al empresario Navalpotro. "Eulogio es un profesional con más de 40 años de dedicación al sector de la hostelería y ésta ha sido la primera Nochevieja que se ha encontrado sin un local a disposición del público. Está muy afectado". Las puertas de La Riviera habían permanecido abiertas desde 1965.

Mientras se alcanza una solución definitiva, Ferreiro sigue sin materializar unos recitales que había concebido como el "final de una etapa", la de su primera trilogía en solitario: Canciones para el tiempo y la distancia, Las siete y media y Mentiroso, mentiroso. "Por primera vez en mucho tiempo me siento a cero, sin asuntos pendientes que escribir", confiesa. "Tengo ganas de abordar conciertos acústicos, colaboraciones, cositas pequeñas. No es que haya alcanzado la madurez: no quiero sentirme maduro, me acojona esa palabra. Consiste sólo en redescubrir la canción como un espacio imaginativo. Me gustaría ser capaz de sacarle emoción a los elementos cotidianos: el chorizo, el queso, un trozo de pan. Si consigo hacer una buena canción con esos ingredientes, ¡me retiro!".

A la espera de conocer el desenlace de sus frustrados conciertos, los seguidores del autor de Palabras que no valen nada o Años 80 pueden al menos consolarse con un villancico inédito que se descarga gratuitamente desde su página web (www.ivanferreiro.es). Se titula Monicreke y está grabado en Buenos Aires junto a los argentinos Carli Arístide y Lisandro Aristimuño. "En realidad es un pequeño chiste, porque mi compromiso con la Navidad es mínimo: sólo sirve para sacar a relucir nuestros problemas". Domiciliado en Madrid hasta hace sólo unos meses, Ferreiro no ha podido reprimir sus instintos terruñeros y acaba de instalarse en Gondomar (Pontevedra). "Galicia ofrece una calma y una calidad de vida incomparables. Para vivir en Madrid me puedo apañar con los hoteles", argumenta.

Iván Ferreiro, en un concierto en Santiago de Compostela.
Iván Ferreiro, en un concierto en Santiago de Compostela.ANXO IGLESIAS

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