_
_
_
_
_
Entrevista:

"El compromiso cultural no interesa a las instituciones"

, Actor y director de cine y teatro, Eusebio Lázaro (Cartagena, 1942) lleva dos lustros combinando este oficio con el de organizador de eventos culturales y con el de traductor de William Shakespeare, entre otros muchos menesteres. Director de los mediometrajes El clarinete y La última cena, su último trabajo como director de teatro es Las vacantes (estrenado el pasado verano en el Festival de Mérida). Como actor está a punto de estrenar Pajarico, de Carlos Saura.

Pregunta. Siempre ha hecho papeles de malo malísimo.

Respuesta. Yo creo que eso me lo he buscado un poquito a pulso, porque empecé en teatro haciendo de Ricardo III, Yago, Otelo... papeles tremendos de villano, que en Shakespeare son los mejores. En cine también he hecho muchos, así, pero esto es un problema de hábito. Si un director te ve haciendo de malo le cuesta mucho verte en otro registro.

P. Ha dirigido dos mediometrajes y tiene proyectos en cine, pero el teatro parece gozar de sus preferencias.

R. No es que lo prefiera. El cine conecta más con nuestra época, es una maravilla y tiene unas gratificaciones más a largo plazo, pero el teatro tiene ese apasionamiento y esa parte artesanal que no tiene el cine. En todo caso, llevo muchos más años haciendo teatro y no quiero renunciar a él.

P. En Madrid, para dedicarse a la escena se necesita algo más que pasión.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

R. El teatro, en Madrid, ha perdido en los últimos 10 o 15 años una gran oportunidad: la de consolidar compañías semipúblicas con creadores solventes. Parece que molestaba -y molesta- que se acometan proyectos de importancia, grandes textos, fuera del manto oficial. Y esto ha sido por dos razones fundamentales: porque a las instituciones no les ha interesado el compromiso cultural en profundidad y porque muchos, dentro de la profesión, han hecho más oficio político que artístico.

P. ¿Cómo está el teatro ahora?

R. Hay una especie de parón, un paso atrás. Sólo hay que mirar la cartelera teatral de París o de Roma. En Cataluña está mucho mejor porque, como es bien sabido, allí están dotados de una voluntad de labor común.

P. Algunos directores se quejan del éxodo de actores de teatro a la televisión.

R. Es que aquí el teatro no ha ganado en prestigio y los actores no sienten que deban hacerlo para afianzarse dentro de la profesión. Con una situación tan precaria como la que hay ahora mismo, un actor no va a dejar una serie o una película por hacer una función de una semana, de 15 días.

P. Pero, desde el punto de vista económico, el teatro nunca podrá pagar lo que paga la televisión.

R. Tampoco lo pagan en Inglaterra, y tienen a importantes actores que hacen teatro por temporadas enteras.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_