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Lamela admite que la lista de espera es de 42 días, 12 más de la promesa de Aguirre

El Gobierno reconoce por primera vez que el retraso para operaciones supera el mes

Oriol Güell

La contabilidad de la lista de espera quirúrgica en Madrid es tan compleja y tiene tantos matices que ayer su creador, el consejero de Sanidad, Manuel Lamela, fue víctima de sus propios números. Lamela admitió, quizá en un desliz, que "la espera media" en Madrid para ser operado es de 42 días, desmintiendo así el mensaje repetido por el Gobierno regional durante toda la legislatura: "que nadie espera más de 30 días para ser operado en la sanidad pública". La presidenta Esperanza Aguirre ganó las elecciones prometiendo que dimitiría si no reducía la lista de espera a un mes.

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Aguirre afirmó en la campaña electoral en un debate en Telemadrid que iba a reducir la espera máxima para ser operado en la sanidad pública a 30 días. "Y miren si estoy segura de lo que digo que me comprometo a dimitir si no lo cumplo", afirmó entonces la candidata.

Aguirre hizo su promesa con una normativa vigente: el Real Decreto 605/2003, de obligado cumplimiento para todas las comunidades autónomas y que establece una contabilidad común para las listas de espera de toda España.

Tras ganar las elecciones, sin embargo, Lamela y Aguirre aprobaron para Madrid una nueva norma -la Orden 602/2004- que cambiaba las reglas del juego. A su favor, claro. La Orden modifica el sistema de contar a los pacientes, lo que les permite reducir los días de espera oficiales.

El decreto estatal dice que un paciente será incluido en la lista de espera cuando su médico le prescribe la operación. Y que sólo será excluido de la lista si el anestesista, al hacerle las pruebas preoperatorias, concluye que la salud del enfermo podría ponerse en riesgo en caso de entrar en quirófano. En este caso el enfermo será considerado como "transitoriamente no programable" y volverá a la lista cuando su salud le permita afrontar una intervención quirúrgica con garantías de éxito.

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Aguirre y Lamela, en cambio, hacen lo contrario: consideran a todos los pacientes como "transitoriamente no programable" y los mantienen fuera de la lista de espera oficial hasta que el anestesista no da luz verde a la operación.

Las ventajas para Aguirre y Lamela son evidentes. Con las cuentas del Consejo Interterritorial, sólo un 7,8% de los pacientes constan como "transitoriamente no programables" y por lo tanto están fuera de la lista oficial. Con las que hacen Lamela y Aguirre, la cifra es cinco veces mayor: un 39,2%. La Ministra de Sanidad ilustró con otro dato los trucos de Lamela y Aguirre al señalar que la espera en el conjunto de España es de 72 días, pero que "sería de 20 días" simplemente con aplicar las cuentas de Lamela.

Entonces el consejero madrileño quiso replicar a la ministra conn sus datos. Dijo que, según la contabilidad de Madrid, la espera en la región es de 9 días. Pero añadió que en caso de utilizar el sistema estatal, la espera sería de 42 días, informa Emilio de Benito.

"El problema para Aguirre y Lamela es que el 'sistema estatal' es el que estaba vigente cuando Aguirre hizo su promesa. Y sigue estándolo, por lo que parece que no han cumplido su promesa", ironizó una fuente del Consejo Interterritorial. "Lo del sistema de contar a pacientes que se han inventado luego es como apostarte una cena al fútbol y luego, cuando ves que perderás, cambias las reglas y dices que no hay fueras de juego y que tus goles valen triple", añadió esta fuente.

El Consejo Interterritorial expulsó hace un año a Madrid del cómputo nacional de las listas de espera. Sus datos, dice el Consejo, no cumplen la normativa estatal y, por tanto, no son comparables con las del resto de comunidades. Ninguna otra comunidad, ni las gobernadas por el PP como Baleares, Valencia o Murcia, ha tenido que pasar el trago de verse expulsada.

Un portavoz de Sanidad matizó por la tarde la afirmación de Lamela. "El consejero se refería a la demora media prospectiva", un concepto de gestión que mide el tiempo necesario para operar a todos los pacientes incluidos en la lista de espera. Como Aguirre en la última campaña electoral, Lamela habló ayer con matices.

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Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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