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Debate de investidura

Liberalismo para salir de la crisis

Esperanza Aguirre aprovecha el discurso de investidura para presumir de logros pasados y anunciar nuevos recortes sin precisar dónde

Jesús Sérvulo González

En tiempos de crisis Esperanza Aguirre se refugia en la ideología. Emulando a Margaret Thatcher -primera ministra británica entre 1979 y 1990 e icono del liberalismo- se aferra a esa corriente de pensamiento económico como la mejor fórmula para salir de la recesión.

El discurso de investidura de la presidenta regional tuvo ayer una profunda carga ideológica. Presumió más que nunca de ser una liberal convencida y ofreció, sin muchos detalles, su receta para afrontar la recesión económica: "Austeridad, control del gasto, equilibrio presupuestario, bajada de impuestos, fe en la libertad y en la responsabilidad de los ciudadanos", forman parte del decálogo del buen liberal. En su discurso resultó paradójico que acusara a sus principales rivales (PSM e IU) de dogmatismo al defender sus principios cuando ella enarboló la bandera del liberalismo como única salida a la crisis.

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Esta ideología que defiende Aguirre proclama la mínima intervención del Estado en la actividad económica. Aunque su gestión precisamente ha recibido críticas por sus injerencias en Caja Madrid o la Cámara de Comercio, y su control de Telemadrid.

A la dirigente popular apenas le queda pólvora. Durante la pasada legislatura ya aplicó las políticas de austeridad y adelgazamiento de la Administración que tanto predica. Ayer se encargó de recordarlos constantemente. Pero ya no le queda mucho margen de maniobra. Por eso, pronunció un discurso ahondando en esas políticas pero sin precisar cuál será el siguiente paso, ni dónde meterá la tijera. La presidenta regional dejó claro cuál era la línea fundamental de su discurso de 118 folios. Pronunció en 19 ocasiones la palabra crisis; ocho, austeridad y en siete ocasiones citó el término liberal. En su alegato del liberalismo aseguró que el marco laboral actual "es herencia directa del sistema laboral que impuso Mussolini en la Italia fascista".

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Por primera vez en mucho tiempo, la dirigente popular no citó al presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. Incluso pasó casi de puntillas por las medidas del Gobierno central para atajar la crisis. Ha adaptado su discurso a los nuevos tiempos y fijó su objetivo contra el futuro candidato socialista para las próximas elecciones generales, Alfredo Pérez Rubalcaba. "Este ministro del Interior cumple las leyes si le favorecen, y no las cumple, si no le favorecen", en referencia a la actuación policial con los acampados en la Puerta del Sol.

Aguirre se refirió a este movimiento para escenificar su comprensión pero a la vez reprobó su actitud y comparó a los indignados con los movimientos totalitarios. "Aunque ellos quizás no lo sepan, es el mismo comportamiento que han tenido en la historia los precursores de todos los movimientos totalitarios", deslizó durante su intervención en la Cámara regional.

Aguirre fue ministra de Educación y hace gala de ello. Cada vez que puede trata de desprestigiar las políticas educativas de los socialistas, a las que ayer calificó como "catastróficas". Y proclamó: "Hay que abordar de forma radical la mejora del marco educativo".

Aguirre ha usado en su discurso los argumentos sobre los que giró su estrategia durante la campaña electoral: la elevada cifra de desempleo, del que culpa al Gobierno socialista, y la decisión del Tribunal Constitucional que permitió a Bildu presentarse a las elecciones. La dirigente popular considera que Bildu es ETA y culpa al Ejecutivo socialista de que esté en las instituciones. "Bildu, es decir ETA, han sido los enemigos más enconados de lo que quiero defender siempre: la libertad y esa nación de ciudadanos libres e iguales que es España", manifestó antes de concluir su intervención.

Aguirre trufó su alegato con sus éxitos de Gobierno durante estos ocho años. Sabe que no hay discurso sin grandes anuncios. Para eso reservó una propuesta para reformar la Ley Electoral de Madrid y la división de la región en circunscripciones electorales.

Esperanza Aguirre saluda a Rodrigo Rato, presidente de Bankia, tras el discurso de investidura.
Esperanza Aguirre saluda a Rodrigo Rato, presidente de Bankia, tras el discurso de investidura.GORKA LEJARCEGI

Los compromisos de Aguirre para la legislatura

- La presidenta regional desgranó en su discurso de investidura algunas de las propuestas que pretende ejecutar durante la legislatura que comienza. La mayoría de las iniciativas están incluída en su programa electoral y son promesas incumplidas del pasado mandato o medidas anunciadas en varias ocasiones. Las más destacadas son:

- Sistema electoral y representación parlamentaria

- Desbloqueo de listas electorales. Deberá cambiar la Ley electoral regional.

- División de la Comunidad de Madrid en circunscripciones, como ocurre en otras comunidades uniprovinciales. Requiere modificar el Estatuto de Autononía de Madrid.

- Eliminación del grupo mixto en la Cámara autonómica.

- Austeridad

- Reducción de la cifra de coches oficiales.

- Reagrupamiento de servicios y oficinas de la Administración autonómica

- Venta de edificios públicos que no sean imprescindibles.

- Creación de una comisión mixta para delimitar las competencias entre Comunidad y Ayuntamientos. El objetivo es evitar duplicaciones en los servicios que prestan las distintas Administraciones.

- Dinamización económica

- Congelación o bajada de impuestos (sin especificar cuáles).

- Mantener la desgravación por la compra de vivienda habitual en el tramo autonómico del IRPF.

- Sacar a subasta suelo industrial de la Comunidad destinado a empresarios.

- Obligar a los bancos a especificar el tipo de préstamo que conceden para que los usuarios conozcan mejor sus obligaciones.

- Sanidad y asistencia social

- Implantación de la factura sanitaria informativa. Los usuarios de la sanidad conocerán el coste económico de sus tratamientos.

- Aguirre insistió en que mientras sea presidenta no implantará el copago en la sanidad pública.

- Terminar los tres hospitales que están en construcción (Torrejón, Móstoles y Collado Villalba).

- Educación

- Implantación, en pruebas, del Bachillerato de Excelencia para extenderlo en próximos cursos.

- Acabar con la zonificación en la elección de centro escolar. Los padres podrán enviar a sus hijos a cualquier colegio de la región, con independencia de su lugar habitual de residencia.

- Creación de un nuevo modelo de Formación Profesional en el que la iniciativa de la empresa privada tenga un papel fundamental como ámbito de prácticas.

- Transportes

- Llevar el metro hasta Torrejón de Ardoz (promesa paralizada por la crisis) y extender la línea 9 hasta la estación de Costa Brava.

- Ampliar la M-501 hasta San Martín de Valdeiglesias.

- Creación de un ramal ferroviario en el Puente de los Franceses para conectar el noroeste con el intercambiador de Moncloa.

- Cierre de la carretera M-50.

- Licitar la carretera radial R-1.

-Vivienda

- El Ivima ofrecerá la opción de compra a 23.000 familias que ahora ocupan viviendas públicas en régimen de alquiler.

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Sobre la firma

Jesús Sérvulo González
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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