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Una vecina adorable

El cura de Aldea del Fresno cambia la cara de la nueva Virgen por su parecido con una chica del pueblo

Era una Virgen muy vecinal. Demasiado para adorarla. Los habitantes de Aldea del Fresno (1.300 habitantes) dieron un respingo cuando a principios de mes, en la penumbra de la ermita, en el momento de elevar sus miradas hacia el altar para contemplar por primera vez la recién estrenada talla de la Virgen de Santa María del Fresno, patrona del pueblo, reconocieron el rostro de una vecina. Era la faz de una joven que imparte catequesis en el pueblo y en la que se había inspirado el autor de la talla a petición del propio cura. El parecido, excesivo, desató todo tipo de críticas: "¿Cómo vamos a venerar a una chica con la que nos cruzamos cada día en la calle?". "Vas a rezar y en la cara de la Virgen reconoces a la vecina de enfrente". "Una cosa sagrada no se puede parecer a una vecina". "¿Cómo vamos a pedir algo a la Virgen y creer que nos lo va a conceder si a quien vemos es a la vecina?". Bajo este tornado de comentarios, el párroco ordenó el cambio de rostro; eso sí, por suscripción popular. El 15 de agosto estrenó la nueva imagen restaurada ante el beneplácito de los devotos. La Virgen ya no era vecina de Aldea del Fresno.

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