Un hombre mata por celos al acompañante de su ex novia
Carlos Flórez Checa, de 32 años, murió ayer por la mañana al ser agredido con un destornillador por otro hombre, J. Z. S., de 34 años, que entró por la ventana de la habitación donde aquél se encontraba con su antigua novia, M. R. P. V., de 20 años, informó la Jefatura Superior de Policía. El suceso ocurrió, alrededor de las nueve de la mañana, en el primer piso de un inmueble de la calle de María Magdalena, en Carabanchel.
La joven, según el portero de la finca situada en el número 6 de la citada calle, vivía en compañía de su hija de dos años en el inmueble desde hace seis meses. "Es una persona que nunca ha dado problemas en la casa", añadió el portero, "aunque no se la veía mucho porque trabajaba en un bingo". Su vivienda estaba situada en el primer piso del inmueble, en el patio interior de una finca que cuenta con 90 vecinos y tres escaleras. Desde el patio podía observarse el interior de su casa, "aunque para ello hay que conocer bien el inmueble", en opinión del portero. "Yo no conocía ni a Carlos Flórez ni al supuesto asesino", añadió, "aunque sé que este último vive cerca de aquí y era una persona muy normal".
El supuesto agresor, que carece de antecedentes, debió de observar por la ventana lo que ocurría dentro de la casa y entró en la habitación donde se encontraba la pareja, según la versión dada por la testigo a la policía. Los hechos ocurrieron alrededor de las nueve de la mañana.
La herida que causó la muerte de Carlos Flórez fue ocasionada con un objeto punzante, que resultó ser un destornillador, según informó la policía.
Flórez, al verse herido de muerte, se asomó a la ventana y pidió auxilio, escuchando los gritos los miembros de un vehículo policial, que le trasladaron a la residencia Primero de Octubre, donde ingresó cadáver.
La detención del presunto agresor, que actuó presumiblemente por celos, se llevó a cabo poco después por inspectores de la comisaría de Carabanchel, donde se instruyeron las diligencias, que fueron elevadas al juzgado de guardia. La testigo de la agresión lo reconoció como "un antiguo novio".
