Espectacular saqueo de 190 piezas almacenadas en el Museo Ferroviario

Tres carros apagafuegos centenarios, 110 farolillos con los que los guardagujas hacían señales a los maquinistas en la posguerra, 70 compostores de hierro (para imprimir la fecha en los billetes de tren) y 10 relojes de madera. Total del botín: 28 millones de pesetas en 500 kilos de chatarra ferroviaria, según la valoración de los responsables del Museo del Ferrocarril. Todas las piezas robadas estaban en un enorme almacén de los cuatro anexos al museo, porque tenían alguna mutilación. Los ladrones sólo necesitaron un boquete de 25 centímetros de pared para forzar una puerta y sacar por ella todo el metal que cupo en un camión. La faena tuvo su complicación, porque los carros de bronce y cobre, a los que les falta alguna de sus ruedas, pesan unos cien kilos.Un portavoz de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles (entidad propietaria del museo) supone que los ladrones pretendían vender el botín como chatarra. "Nos gastamos tres millones de pesetas al mes en seguridad", explica, "por la noche se quedan cuatro guardias armados". La empresa que vigila el edificio (el Ferroviario cumple 10 años en el paseo de las Delicias) no ofreció ayer ninguna explicación de los hechos.