_
_
_
_
_

Fuencarral-Valverde, uno de los barrios-dormitorio más favorecidos de Madrid

A ambos lados de la antigua carretera de Francia, vía de acceso a la nacional I, Madrid-Irún, se encuentra el ex pueblo de Fuencarral, llamado barrio de Valverde desde que se incorporó al municipio de Madrid en 1950. Con una población de 36.046 habitantes y una densidad de 41 habitantes por hectárea, Valerde-Fuencarral es uno de los barrios-dormitorio más favorecidos de la capital por la instalación en sus inmediaciones de amplios complejos industriales que emplean a un alto porcentaje de vecinos. Es también, con diferencia, el distrito más extenso de Madrid. Pero Valverde sufre, no obstante, un déficit de servicios públicos a causa de un repoblamiento excesivo y precipitado.La periferia de Madrid ha sido, y continua siendo, el cauce del crecimiento indiscriminado de la capital. A mediados de los año cincuenta y coincidiendo con la llegada masiva de inmigrantes del campo a Madrid, a raíz de la despreocupación oficial por las actividades rurales y la industrialización de las ciudades, las cm presas inmobiliarias, de acuerdo con la Administración, pusieron sus ojos en los barrios cercanos a la ciudad. En ellas empezaron construir viviendas donde alojar a esa población recién llegada. La celeridad de las obras, el bajo coste de los materiales y la falta de planificación originaron una serie de «barrios de urgencia», cuyas condiciones de habitabilidad dejaban mucho que desear La mayoría de esos barrios, que tenían que ir desapareciendo en un plazo breve, a medida que se fuese concediendo una vivienda mejor a sus habitantes, continúa en pie. Un ejemplo lo tenemos en los poblados que rodean el casco viejo de Fuencarral.

Entre 1955 y 1965 se construyeron el 54% de las 9.228 viviendas que existen actualmente en el barrio, repartiéndose en cuatro núcleos: los poblados de Absorción A y B, el Poblado Dirigido y la UVA (Unidad de Absorción Vecinal) de Fuencarral. Todos ellos tendrían que aprovecharse: de los servicios del antiguo pueblo, pues en ninguno se hicieron comercios, locales de entretenimiento y cultura o locales de sanidad y enseñanza. El resultado lógico fue la superpoblación de un barrio que no estaba preparado más que para atender a los 16.698 habitantes que albergaba en 1950.

Mala construcción y peor infraestructura

Los poblados de Absorción A y B, situados el primero a lo largo de la calle de Badalona, y el segundo en el margen derecho de la prolongación de la Castellana, fueron edificados en 1954-1955 por la Obra Sindical del Hogar. Se trata de casitas de reducidas dimensiones, entre 35 y 40 metros cuadrados, unifamiliares y en bloques, de las cuales el 60% están en régimen de arrendamiento. Se entregaron en forma de alojamiento provisional, o sea, que no estaban hechas para durar. De ahí las grietas debajo de las casas, la humedad, el deterioro de las cañerías, el mal estado de conservación general. Además, la infraestructura de los poblados es defectuosa.El Poblado Dirigido de Fuencarral fue construido en 1958 por el Instituto Nacional de la Vivienda, y se entregó en régimen de propiedad a los vecinos. Es el más nuevo y el más cuidado de los tres, pero también con problemas: las viviendas están hechas con material de baja calidad y poco resistente al uso; muchos vecinos se quejan, de humedad y deterioro y, en términos globales, de unas condiciones de edificación muy censurables. Por otra parte, el poblado carece de bocas de riego, las bombillas de alumbrado público son de potencia escasa y no están situadas en los puntos convenientes, faltan colectores y los pozos negros se atrancan, hay zonas no urbanizadas por donde no se puede transitar cuando llueve, las calles de acceso son estrechas y no tienen buena señalización. En una encuesta realizada en el barrio recientemente se obtuvo el siguiente resultado: el 93% de los residentes opina que el precio exigido por la adquisición de una vivienda es excesivo y no corresponde a su calidad.

La UVA de Fuencarral fue construida dentro del Plan de Absorción del Chabolismo de 1961. Funcionó diez años y desapareció. Pero no todos sus vecinos tuvieron la suerte de conseguir una vivienda mejor: algunos pasaron a las prefabricadas de la UVA de Vallecas.

El casco antiguo de Fuencarral es un conjunto de casas viejas, en su mayoría de pequeños propietarios, que ha quedado encerrado entre poblados y edificios modernos. Estas casitas se conservan en estado defectuoso (algunas no tienen ni siquiera agua corriente y han de abastecerse de las fuentes públicas) y sus habitantes esperan poder trasladarse a viviendas nuevas, en bloques de altura, dentro del mismo, casco. Sin embargo, la junta municipal pretende controlar las dimensiones de los edificios proyectados. «No se puede agobiar el pueblo con bloques muy altos», dice su presidenta, Cristida Almeida.. «Esto es uno de los pulmones le Madrid. Además por aquí pasan muchos vehículos y hay que dejarlo despejado para que se vayan los humos y los ruidos».

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Tanto el casco como los tres poblados del barrio adolecen de insuficiencia en instalaciones culturales, recreativas, deportivas y comerciales. Cencretamente en cuestión de establecimientos comerciales, Fuencarral cuenta con una tienda de alimentación por cada 152 habitantes, y una de no alimentación por cada 342. Se calcula que se precisan 157 comercios más del primer sector y veinticinco del segundo.

La asistenel a sanitaria al barrio está asegurada por el funcionamiento de un ambulatorio y tres dispensarios privados, y por la proximidad de La Paz y el Ramón y Cajal. En cuanto a la asistencia educativa, se puede decir otro tanto: hay un colegio nacional, quince privados y seis guarderías para los 8.195 habitantes con menos de quince años (23,70%) del barrio.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_