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Numerosas personas depositaron flores y dinero en el lugar donde cayó el equilibrista

Amelia Castilla

Luciano Coello, tinerfeño de 29 años y componente del grupo de funámbulos Los Bordini, se lanzó ayer por la tarde, en homenaje a su compañero muerto, desde la Torre de España, a más de 80 metros de altura, suspendido del cuello y a una velocidad superior a los 100 kilómetros por hora. Numerosas personas acudieron ayer a la madrileña plaza dé España y depositaron flores y dinero para la familia de Julián de la Horra, el alambrista de 35 años que falleció el jueves mientras realizaba una muestra de acrobacia, al romperse la correa que sujetaba una de sus piernas al cable por el que descendía.

El padre de la víctima acudió ayer al Instituto Anatómico Forense, donde se realizaba la autopsia, para hacerse cargo del cadáver y trasladarlo a Burgos, donde será enterrado. Los Bordini, que empezaban ayer sus actuaciones en el mismo lugar donde murió su compañero de Los Karindas, decidieron realizar una función homenaje con objeto de recaudar fondos para la familia de la víctima, que carece de medios económicos. El padre de De la Elorra vive de la venta de caramelos y chucherías en Burgos, según aseguraron sus compañeros.A lo largo de la mañana y de la tarde, la plaza de España se convirtió en un reguero de gente que depositó flores y dinero en un barreño de plástico situado en el mismo lugar doride se produjo el accidente. Los curiosos seguían todos los movimientos y hacían constantes preguntas a los componentes de Los Bordini y Los Karindas. Los Bordini se encontraban en la zona realizando los últimos preparaltivos para su actuación de la tarde, entre un barullo de: gente impresionante.

Luciano Coello es el funámbulo tinerfeño integrante del grupo alemán Los Bordini; es un hombre pequeñito, sin una gota de grasa, con los ojos totalmente enrojecidos por el disgusto, según explicaba poco antes de subirse a la Torre de España, situada a más de 130 metros de altura, desde donde se lanzó poco después hasta la calle de Bailén "Cuando se está arriba no se piensa en nada", manifestó, "me concentro plenamente en mi trabajo, esperando que no falle nada".

Sobre las causas que pudieron provocar la rotura de la correa que sujetaba el pie de De la Horra cuando descendía, Coello se mostró de acuerdo con la versión dada por Los Karindas. Los compoirientes del grupo marroqui, aseguraron que el día anterior del accidente les habían robado la furgoneta con todo el equipo de trabajo dentro. Cuando recuperaron el automóvil se encontraron con que dos bidones de gasolina se habían derramado por elsuelo y habían mojado parte del equipo, y en concreto la correa de nailon que utilizó De la Florra para efectuar el descenso. "'La gasolina", dijo, "pudo actuar como disolvente y romperse precisamente en el momento de frenado por la presión".

"Peor que los toreros"

El alambrista tinerfeño aseguró que su trabajo es "más arriesgado que el de los toreros, porque nosotros no nos, podemos defender si algo sale mal. En un instante te das un leñazo y ya no lo cuentas". Pese a lo arriesgado de su trabajo, Coello aseguró que no lo cambia por nada, aunque, eso sí, le gustaría más trabajar en un circo.Luciano Coello, que realizará con el grupo una gira por diversas localidades de España este verano, explicó que el pasado año, tras su trabajo en las fiestas de San Isidro, donde actuaron en el parque del Retiro, había sacado, "limpias, 60.000 pesetas".

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El componente del grupo Los Bordini explicó también que después de lo ocurrido no se había atrevido a llamar a su casa, "por no escuchar la regañina que me van a dar mis padres", dijo. Numerosos canarios llamaron a lo largo de la tarde del jueves a la clínica de la Concepción, donde fue internada la víctima, para pedir información sobre el joven tinerfeño, puesto que en los primeros momentos del accidente se pensaba que la víctima había sido uno de los miembros de este grupo.

Para realizar su trabajo, los equilibristas tienen que solicitar autorización rnunicipal si quieren ocupar la vía pública. No tienen que abonar ninguna cantidad al Ayuntamiento, y sus ingresos los consiguen a través de la publicidad que exhiben durante sus actuaciones y del dinero que recogen entre el público al finalizar el espectáculo.

Las dudas del concejal

José García Ogalla, concejal presidente de la Junta de Distrito de Moncloa, que autorizó la actuación del grupo marroquí Los Karindas, se encontraba ayer impresionado por el suceso. Dudaba si era conveniente que se llevara a cabo la actuación de Los Bordini como homenaje al funambulista muerto. "Me da miedo", explicaba perplejo el concejal; al final, firmó la autorización para que se hiciera el espectáculo, animado por otras personas de la junta que mantenían: "Esta gente vive de eso y no les vamos a dejar sin su medio de vida".Los Bordini y Los Karindas se presentaron en la junta cuando las fiestas de San Isidro estaban a punto de empezar y solicitaron el permiso de utilización de lavía pública para llevar a cabo su actuación. Como única documentación, los acróbatas, que dijeron estar avalados por la práctica y la experiencia, mostraron diversas hojas publicitarias en las que se mostraban algunas de las funciones realizadas.

"Los dos grupos", dijo Ogalla, son conocidos por el Ayuntamiento porque ya han actuado más veces en Madrid, y se les dio autorización a ambos, repartiéndose los días para que no coincidieran. Lo que ha pasado ha sido un desgraciado accidente y no cabe dar más vueltas al asunto".

El concejal del área de Cultura, Enrique Moral, manifestó ayer que el acróbata muerto "no estaba contratado por el Ayuntamiento, ni su actuación estaba en el programa de San Isidro".

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