Un experto suizo ausculta la presa de Atazar para saber si resiste llena
JOSÉ MANUEL ROMERO, Un ingeniero suizo, Giovanni Lombardi, revisará durante cuatro meses la presa de El Atazar, la mayor de Madrid, para saber si resiste llena en invierno. Este experto en presas del estilo bóveda cobrará por el trabajo 15 millones. Lombardi conoce bien el terreno. En 1974, dos años después de la inauguración de El Atazar, el técnico suizo estudió su seguridad. Antonio Beteta, presidente del Canal de Isabel II y consejero de Hacienda, quiere saber ahora si el depósito puede almacenar los 468 hectómetros cúbicos que caben en su bóveda invertida, de 141 metros de altura.
La precaución ha limitado la capacidad del embalse durante los últimos 18 inviernos para evitar averías como la ocurrida en 1978. En febrero de aquel año había 420 hectómetros cúbicos almacenados -el 90% de su capacidad-. Los técnicos descubrieron grietas en el centro de la presa y filtraciones, que repararon mediante resinas inyectadas sobre las fisuras por unos buzos.
Desde entonces, el Canal de Isabel II impone la "limitación estacional", consistente en soltar agua cada vez que la presa alcanza el 77% de su capacidad (330 hectómetros cúbicos). Esta limitación se mantiene entre el 15 de diciembre y el 15 de marzo, la época más fría del año. La presión del agua almacenada es mayor con las bajas temperaturas. La limitación estacional supone no llenar los 10 metros superiores del embalse.
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El agua que no puede almacenar la presa por seguridad equivale al consumo de 138 días
VIENE DE LA PÁGINA 1La limitación estacional se aplica desde hace días, pues El Atazar ya ha almacenado el máximo permitido: 330 hectómetros cúbicos de agua (el 77% de su capacidad total).
El Canal de Isabel II decidió soltar el martes pasado 90.000 de los 350.000 litros que entran cada segundo en la presa para evitar una subida rápida del nivel.
El vertido diario continuará durante las próximas semanas, aunque este año el Canal ha decidido suavizar las medidas de seguridad. Las temperaturas de enero, sensiblemente superiores a la media de esta época del año, han reducido el peligro por la presión del agua embalsada. Por esa razón, las autoridades regionales han decidido permitir que el nivel vaya subiendo de una manera controlada y lenta, a razón de unos 10 centímetros diarios.
El Canal de Isabel II pretende alcanzar el 15 de marzo un nivel "no demasiado elevado". A partir de aquí proseguirá con el ascenso, ocasionado por. el deshielo, hasta que se produzcan, como han previsto los técnicos, el vertido por coronación. La última. vez que ocurrió algo parecido fue en "abril de 1991. Y la presa no se resintió.
El fichaje de Gustavo Lombardi, "un premio Nobel en su materia", según el consejero de Hacienda, persigue "mejorar el abastecimiento, de Madrid" y diagnosticar, "dados los síntomas favorables que se observan", si pueden anularse o rebajarse las medidas de seguridad. "Si se demuestra que la presa es segura, podremos almacenar durante el invierno 138 hectómetros cúbicos de agua más que hasta ahora", explica Antonio Beteta. Con la cantidad de agua que ahora no se puede almacenar por prudencia en El Atazar se podría llenar el embalse de Valmayor, el segundo de Madrid por capacidad (124 hectómetros cúbicos) o abastecer la región durante 138 días.
El Canal de Isabel II espera cuatro respuestas de Lombardi para decidir si eliminan el corsé de El Atazar el próximo invierno. Las incertidumbres que deberá resolver el experto suizo son las siguientes:
- ¿Son suficientes y adecuados los sistemas de control del comportamiento de la presa utilizados actualmente por el Canal?
- ¿La interpretación de las medidas obtenidas permite concluir que el comportamiento de la presa es seguro?
- ¿Habría que acometer alguna reparación?
- ¿El condicionante de explotación invernal, tal y como esta planteado, debe mantenerse, ampliarse o eliminarse?
