Renfe estudia intercalar seis nuevas estaciones en su actual red de cercanías de Madrid

La red de cercanías de la Comunidad de Madrid puede incrementar el número de sus estaciones sin necesidad de crecer en longitud ni un solo kilómetro. Los técnicos de Renfe están manteniendo reuniones con sus homólogos del Consorcio Regional de Transportes para determinar la viabilidad de nuevas paradas intercaladas en las líneas ya existentes de la red actual. El proyecto está avanzado en el caso de seis posibles localizaciones: Colegio de San Fernando (C-1), San Diego (C-2), Dehesa Boyal (C-4), Imperial y Puente de los Franceses (C-7) y una nueva estación para Aravaca.

En contraste con el aluvión de ampliaciones de la red del metro, la legislatura se les escapa de las manos a las autoridades madrileñas sin un solo añadido que presentar a los electores en el mapa de la red de cercanías. El tren a Alcobendas y San Sebastián está ya muy avanzado, aunque la acumulación de retrasos impedirá su apertura hasta otoño. Por lo demás, algunos proyectos parecen muy sólidos, como las prolongaciones a Humanes de Madrid o Navalcarnero, que el propio presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, anunció en sus visitas a ambos municipios. En cuanto al demandado cierre de la C-5, con el enlace de Fuenlabrada y Móstoles (y una parada en el futuro campus fuenlabreño), ya no está claro si la Administración lo seguirá incluyendo en sus planes en caso de que se ponga en marcha el metrosur.

Sin embargo, Renfe sigue barajando ideas para mejorar el servicio en Madrid y su periferia. Entre ellas figura el que, sin incrementar el actual kilometraje de la red, es factible aumentar el número de usuarios abriendo nuevas paradas en puntos por los que en este momento los trenes pasan de largo.

El planteamiento teórico está bastante claro. Las 12 líneas del presente mapa de cercanías atraviesan zonas que en su día apenas estaban pobladas. Sin embargo, donde antes había grandes descampados, ahora residen muchos miles de familias madrileñas. En consecuencia, sería relativamente sencillo ponerles una parada de cercanías casi a la puerta de sus domicilios.

La última reunión sobre este asunto la mantuvieron responsables de Renfe y el Consorcio Regional de Transportes en compañía de varios técnicos del Departamento de Seguimiento y Análisis Urbano (vinculado a la Concejalía de Urbanismo de Madrid) y de la consultoría BBJ Consult.

La media docena de estaciones factibles, según sus estudios, son las siguientes:

Colegio de San Fernando. Entre las actuales estaciones de Fuencarral y Cantoblanco Universidad, de la línea C-1. El proyecto consiste en reutilizar un antiguo apeadero conocido como Diputación. La obra sería sencilla y relativamente barata. Su principal atractivo radica en la incorporación de un importante aparcamiento para bicicletas.

San Diego. Entre Atocha y Entrevías, en la línea de Alcalá de Henares (C-2). Se trata, en principio, de la propuesta más problemática de las seis, puesto que es incompatible con el posible desvío de la C-2 por Méndez Álvaro, un asunto que ahora mismo se encuentra en estudio.

Dehesa Boyal. Esta parada se sitúa entre Villaverde Bajo y Villaverde Alto, en la línea que conduce a Getafe y Parla (C-4). De ella se beneficiarían los vecinos de la avenida de Andalucía y, por extensión, de San Cristóbal de los Ángeles y la colonia Valdecilla. Imperial. En la línea C-7, entre las paradas de Príncipe Pío y Pirámides. La estación ya aparecía en el proyecto primigenio del Pasillo Verde, pero entonces no llegó a ejecutarse.

Puente de los Franceses. Esta propuesta ya se dejaba caer en la memoria del Plan General de Madrid. Serviría para acercar el ferrocarril a los vecinos de la Casa de Campo y la ribera del Manzanares y, de paso, a los alumnos del extremo más meridional de la Ciudad Universitaria.

Aravaca. Ya existe en la actualidad una estación con este nombre, pero esta Aravaca bis, también en la C-7, se perfila como una buena solución para atender la demanda de Pozuelo de Alarcón y del barrio de Rosa Luxemburgo. De paso, se encontraría relativamente cerca del campus de Somosaguas, dependiente de la Universidad Complutense, y cuya oferta de transporte público se centra exclusivamente en unas pocas líneas de la EMT.