Manifestación de apoyo al cura de Fuenlabrada

Una feligresa pagó de su bolsillo el alquiler de los dos autobuses en los que llegaron ayer al obispado de Getafe los fieles de la parroquia de Nuestra Señora de Fátima, en Fuenlabrada. Alrededor de un centenar de personas se manifestaron frente a la sede de la diócesis que ha decidido que su párroco, Andrés García Torres, sea destituido por haber mantenido una supuesta relación homosexual con un seminarista. Los parroquianos quieren que su cura vuelva. Y que se restablezca su "honor".

Los fieles se presentaron en el obispado a las diez de la mañana con 3.050 firmas bajo el brazo y un escrito para el obispo solicitándole una reunión. En sus pancartas se leía "Justicia para don Andrés. No más mentiras", y en el comunicado que leyeron acusaron al obispado de haber cometido "acciones que presuntamente podrían ser constitutivas de delito".

A pesar del apoyo de los feligreses, el párroco no lo tiene fácil. Un portavoz del obispado aseguró a este diario que todo indica que no será restituido en su cargo, dada la "gravedad del caso". La diócesis de Getafe, a la que pertenece la parroquia, asegura que le destituyó "por razones pastorales". Pero el sacerdote afirma que fue por la relación con el seminarista. El obispo le obligó a someterse a un "peritaje psiquiátrico" y le envió a un terapeuta que le prescribió la prueba del VIH.

La parroquia permanece cerrada desde el pasado sábado, cuando el cura entregó las llaves. El sacerdote cedió -a pesar de que inicialmente se había negado-, según su hermana "para que la familia no siguiera sufriendo". No habrá nuevo cura previsiblemente hasta septiembre.