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Manifestación estudiantil en contra de la prohibición del móvil en clase

La huelga en los institutos fue seguida por el 23% de los alumnos

Unos 800 estudiantes se manifestaron ayer en el centro de la capital en contra del decreto regional que regula la convivencia en las aulas. En él se prohíbe el uso del teléfono en clase y otorga más autoridad a profesores y directores. La jornada de protesta incluyó una huelga a la que estaban convocados los 600 institutos de secundaria públicos y privados de la región. La Consejería de Educación cifró el seguimiento del paro en un 23% y los convocantes en un 80%. "Ha sido una gran novillada", criticó el consejero de Educación, Luis Peral (PP).

A mediodía partieron desde Colón unos 800 jóvenes con destino a la Consejería de Educación, en el número 32 de la calle de Alcalá. Los manifestantes llevaban carteles con el lema "Institutos, no cárceles" o "Dictadura educativa, no", en protesta por el decreto de convivencia establecido por el Gobierno regional en los institutos. Esta norma prohibirá a partir del curso que viene el uso de aparatos electrónicos en clase y establece una serie de sanciones para los alumnos que agredan a otros estudiantes o a sus profesores.

La protesta fue planificada por las organizaciones estudiantiles Sindicato de Estudiantes, Juventudes Socialistas, Juventudes Comunistas y Fadaemad. Aunque la marcha tenía como objetivo protestar en contra del decreto de convivencia, también se escucharon consignas políticas en contra del PP. Iñigo y Aitor, de 14 años y estudiantes del instituto Marqués de Suances (Ciudad Lineal), calificaron el decreto de "muy malo, una dictadura". Aseguraron que se lo han leído "un par de veces". Otras dos chicas del instituto Salvador Dalí, en el barrio de La Concepción, afirmaron que no estaban "demasiado informadas" pero que habían ido a la protesta "para apoyar". Dereadu y Víctor, adolescentes de un instituto público de Barajas, explicaron que en su centro no había ido nadie a clase, pero que a la manifestación sólo habían acudido ellos dos.

Los estudiantes terminaron su protesta con una sentada frente a la Consejería de Educación y bailando a saltos la canción A las barricadas.

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