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Crítica:CRÍTICA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Máquina de escribir

Una vieja y destartalada Underwood ilustra la portada de Páginas, el segundo EP consecutivo de Álex Ferreira, jovenzuelo de rizos indomables, carné dominicano y alma malasañera. La imagen sirve como metáfora para esta incontinente máquina de escribir canciones, un chaval de 26 años que grabó veinte temas de un tirón y acabará de publicarlos a la vuelta del verano, ya en disco con duración convencional.

Mientras tanto, Páginas y su antecesor, Serenata de plástico, constituyen dos aperitivos adictivos: rock urbano y pegadizo. Los repasó anoche en El Sol con un desparpajo impropio de un pipiolo. Pero a Ferreira le cunde el tiempo: "Mi oficio es éste. Mi primer pensamiento cada mañana es el de escribir una canción".

Le acompañaban entre bambalinas amigos como Amaro Ferreiro o el productor Suso Saiz. Los tiene ya en el bote, igual que a sus primos Iván Ferreiro y Quique González. Y temazos como Club de jazz los firmaría de buen grado Josh Rouse. Conste que Ferreira no le ha escuchado en demasía. "Lo que más desearía es componer un disco como Pink moon, de Nick Drake. Pero sin tener que morirme joven para que me lo valoren...".

Álex regala sus canciones en la web y admite que no nació con mambo. "El merengue y el reggaeton sólo los puedo bailar a partir del tercer cubata", revela casi azorado. Para asombro interpretó una versión de Espérame en el cielo en la que Antonio Machín se confundía con Tom Waits. Álex Ferreira: síganle la pista por los mejores garitos de la ciudad.

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