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Atascados en una entrada a la ciudad

Miles de atrapados en la A-2 por un cartel que se salta la ley

El viento impide retirar el anuncio luminoso derribado

Tenía que ser lo suficientemente grande para que lo vieran todos los conductores desde la A-2. O los vecinos que pasean por la calle del Corazón de María hacia la avenida de América. Telefónica 11822 en enormes letras verdes sobre fondo azul. Ayer el cartel seguía doblado por el viento, con ambos doses descascarillados. Los bomberos no pudieron descolgarlo, ni los conductores se libraron del atasco provocado por el cierre de dos carriles de la A-2 para aparcar una grúa que no pudo trabajar. Los vecinos mantuvieron las persianas bajadas para proteger las ventanas de más desprendimientos de metacrilato verde. El viento no cuadró. Y los números tampoco. El cartel mide "unos 200 metros cuadrados de estructura", según los bomberos. El Ayuntamiento reduce las dimensiones a 95 metros, según consta en la licencia del cartel. En ambos casos las medidas se saltan la ordenanza de publicidad exterior.

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En enero entró en vigor la nueva Ordenanza de Publicidad Exterior. Según el documento, la superficie publicitaria de los paneles en las azoteas de edificios como el de avenida de América no puede exceder de los 70 metros cuadrados. Mientras se adaptan a la nueva normativa, las vallas ya instaladas deben cumplir el límite de 90 metros cuadrados que imponía la anterior ordenanza. Pues bien, los bomberos aseguraron ayer que el cartel de Telefónica doblado por el viento mide más de 200 metros cuadrados de estructura, casi el triple de lo permitido. Este periódico reclamó su versión a una portavoz de Telefónica sin obtenerla.

Antonio de Guindos, coordinador general de Medio Ambiente del Ayuntamiento, explicó ayer que en la licencia del cartel consta que tiene 95 metros cuadrados de superficie publicitaria, es decir, cinco más de lo permitido antes y 25 más de lo que admite la nueva ordenanza. De Guindos desconocía el resultado de la inspección que se realizó ayer a causa del accidente. Y tampoco supo precisar quién es el encargado de velar por el cumplimiento de la normativa municipal. En teoría, el Ayuntamiento externalizó ese servicio en una empresa llamada Outdoor Consulting. Pero el coordinador de Medio Ambiente ignoraba ayer si ellos eran los responsables del control de ese soporte.

"A través de nuestra asistencia técnica hacemos las verificaciones. Tienen también las funciones de control e inventario. Supervisión, ver si se ajusta a la ordenanza", dijo De Guindos en relación a dicha empresa, que supuestamente vigila y propone sanciones a empresas de publicidad interesadas en utilizar la ciudad como soporte.

Pero el cartel que se desprendió el miércoles no tuvo sanción. El lateral derecho se dobló hacia adelante porque cedieron al menos tres de los 12 pilones de hormigón sobre los que se sujeta la estructura. Los bomberos pidieron a los vecinos que cerrasen las persianas por si se desprendían más pedazos de metacrilato verde de la publicidad y golpeaban sus ventanas.

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Víctor García, inquilino en el inmueble, espiaba ayer el edificio desde su oficina, situada frente al bloque de 15 plantas de viviendas. "Ya he visto que no han hecho nada", comentaba junto al portal, con un abrigo grueso sobre un traje de chaqueta fino. Él oyó el estruendo cuando el cartel cedió, igual que otros vecinos vieron caer los trozos verdes. Ayer entraban y salían por la puerta de atrás, desde la que no se ve la enorme estructura. Algunos se quejaban por las molestias de las ventanas cerradas. Otros protestaban porque el primer día no les querían dejar pasar. Sólo uno de los siete vecinos consultados precisó cuánto dinero recibe cada propietario por alquilar la azotea para publicidad. "Unos 300 euros mensuales", señaló. Fuentes del sector publicitario indicaron que un cartel como el de la avenida de América supone unos 100.000 euros anuales de ingresos para una comunidad de vecinos. Este periódico intentó sin éxito contactar con la empresa de publicidad exterior IEPE que gestiona la valla de Telefónica para contrastar ese dato.

En el portal, Carmen, de 16 años, recordaba un incidente similar el verano pasado. Se descolgó un pedazo de un toldo publicitario con el rostro de Esperanza Aguirre que cubría parte de la fachada que estaban rehabilitando. No llegó a caer. Otra vecina, con pelo cano y gafas de cristal ahumado, soltó una risita al revelar qué se comentaba esos días por el bloque: "Esperanza ha volado".

Los cortes en la A-2 para retirar el cartel derribado causaron kilómetros de atascos.
Los cortes en la A-2 para retirar el cartel derribado causaron kilómetros de atascos.SAMUEL SÁNCHEZ
Las rachas de fuerte viento que están afectando a la península se han hecho notar esta mañana en Madrid donde los bomberos continúan trabajando para retirar un cartel publicitario literalmente arrancado por vientos de casi 80 kilómetros por hora.Vídeo: AGENCIA ATLAS

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