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Muere apuñalado un hombre de 18 años en Ciudad Lineal

Es el cuarto crimen con arma blanca en ocho días

F. Javier Barroso

La región ha vivido hoy un nuevo crimen por arma blanca. Y es el cuarto en ocho días. Jonathan Darío Medina Martínez, un ecuatoriano de 18 años, residía en Ciudad Lineal y murió esta madrugada tras ser acuchillado en medio del corazón junto a un parque. La víctima sólo tuvo tiempo para decir a sus amigos: "¡Negro, me han apuñalado!". Después, cayó fulminado y empezó a sufrir convulsiones. Este crimen eleva a 32 las muertes violentas registradas en la región en lo que va de año.

"Negro, me han apuñalado", fue lo último que Jonathan dijo a sus amigos

El crimen se produjo frente al número 16 de la calle de Francisco Rioja, en el barrio de Ascao. La víctima estaba junto a un paso de peatones. Un amigo suyo fue a comprar unas litronas. Cuando regresó a los pocos minutos, vio a Jonathan Darío que andaba dando tumbos. "Me han apuñalado", le dijo. "Yo no vi nada, pero, cuando se retiró la mano del pecho, le empezó salir la sangre a chorros. Enseguida sufrió temblores y cayó derrumbado", explicó un amigo suyo. "Reconozco que no me atreví ni a tocarlo. Me dio mucho miedo", añadió. Otros conocidos taponaron la herida hasta la llegada de una UVI móvil del Samur-Protección Civil. Utilizaron para ello una bandera española que llevaban para celebrar la victoria de la selección, que quedó empapada en sangre.

Cuando llegaron los sanitarios, el herido estaba en parada cardiorrespiratoria. Los facultativos intentaron reanimarle durante media hora. Le practicaron incluso una toracotomía (abrir el pecho y practicar el masaje directamente al corazón). Pero todo resultó inútil. La cuchillada le había partido el órgano y la víctima ya había perdido muchísima sangre.

Fuentes de la Jefatura Superior de Policía informaron de que, en principio, se descarta el robo, ya que la víctima llevaba la cartera encima cuando fue hallado por sus amigos. También les resultaba muy raro que, cuando había miles de personas en las calles celebrando la victoria de la selección en la Eurocopa, no hubiera testigos del crimen. El grupo VI de Homicidios se encarga de las investigaciones.

Los amigos de Jonathan Darío estaban destrozados. No comprendían como un chaval tan joven y que no se había metido en ninguna movida podía haber muerto apuñalado de una manera tan cruel. "Ni pertenecía a bandas ni se metía en problemas. Era muy tranquilo y muy discreto", explicó otro conocido.

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Jonathan Darío había llegado a España hace ocho meses desde su municipio natal de Naranjito, en Milagro, en la zona sur de Ecuador. Residía en el barrio de La Concepción, en Ciudad Lineal. Segundo de tres hermanos, contaban sus amigos que no estaba a gusto en España. Quería volverse a su país, ya que había dejado allí a una novia. "No se dedicaba a nada en especial. Como cumplió los 18 años hace un par de meses, se había apuntado a una autoescuela y se estaba sacando el carné de conducir", añadió otro conocido.

Dos policías observan el cadáver de Jonathan Darío Medina Martínez.
Dos policías observan el cadáver de Jonathan Darío Medina Martínez.SAMUEL SÁNCHEZ

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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