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Muere una mujer atropellada en la acera por un coche de la Guardia Civil

La víctima, de 84 años, andaba por la calle cuando la arrolló el turismo camuflado

Un Renault Laguna camuflado de la Guardia Civil arrolló la tarde del sábado a María del Carmen Moreno González, que acababa de cumplir 84 años el pasado jueves. La mujer, que circulaba por la acera camino de la parada del autobús, fue atropellada por el vehículo policial, en el que iban tres agentes y un detenido acusado de pertenecer a la organización Segi, vinculada a ETA. Un portavoz del instituto armado aseguró que el coche iba con una luz azul y con la sirena puesta y que esquivó a un vehículo que le salió al paso, lo que le obligó a subirse a la acera. La familia discrepa de esta versión oficial y mantiene que los guardias intentaron marcharse a toda velocidad del lugar tras cambiar las placas del coche.

Los agentes trataron de marcharse del lugar del accidente, según la familia

María del Carmen Moreno estaba bien de salud y exultante: dentro de tres meses iba a ser bisabuela. El sábado a las cinco de la tarde caminaba en la calle de Bravo Murillo, esquina con José Abascal. El Renault Laguna de la Guardia Civil bajaba la calle a gran velocidad. Se saltó todos los semáforos, subió a la acera y se abalanzó sobre ella. María del Carmen fue arrollada y sufrió un traumatismo craneal además de golpes por todo el cuerpo. Murió en el hospital Gregorio Marañón horas más tarde.

Esta versión de los hechos es la que repetía ayer la familia de María del Carmen en el tanatorio de San Isidro. El sábado, sus nietos firmaron el atestado policial que fijaba las circunstancias de la muerte. Explican que la Policía Municipal avala su versión, al igual que un testigo del accidente, un agente del Cuerpo Nacional de Policía que no se encontraba de servicio y que casi se convierte en la segunda víctima del accidente.

Del Renault Laguna descendieron tres guardias civiles con la cara cubierta por un pasamontañas. Trasladaban a la Audiencia Nacional a un detenido. Los guardias civiles cambiaron las placas e intentaron abandonar el escenario del accidente, siempre según la versión de la familia. El testigo les retuvo hasta que llegó la Policía Municipal y le practicó la prueba de alcoholemia y de drogas al conductor. Luego los agentes siguieron su camino.

Los familiares anuncian que ejercerán la acusación particular en el caso. "Por supuesto que nosotros creemos en la lucha contra el terrorismo, pero nos parece increíble que el conductor no haya sido detenido; y, sobre todo, que no nos haya llegado ninguna explicación de la Guardia Civil ni del Ministerio del Interior", explicaba un pariente de la víctima.

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Un portavoz de la Guardia Civil lamentó el accidente y aseguró que los agentes llevaban puesta la luz azul y la sirena. En el momento que pasaba el cruce, les salió un vehículo y para esquivarlo se subieron a la acera, con la mala fortuna de que arrollaron a María del Carmen Moreno. La Dirección de la Guardia Civil está a la espera de que concluya el atestado de la Policía Municipal para ver si toma alguna medida hacia los agentes.

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