_
_
_
_
_

Ópera en butacas de cine

Una sala de Madrid retransmite en directo 'El oro del Rin' de Wagner, la obra que abre la temporada del Metropolitan de Nueva York

Juan Diego Quesada

Las manos huesudas sujetan el programa de la nueva temporada de The Metropolitan Opera House de Nueva York. La mujer se ajusta las gafas para leer la letra pequeña y asevera recostada en su butaca: "No me gustan las películas que ponen ahora en cartelera, pero para ver esto sí merece la pena venir al cine". Toni Cuadrado, una señora amante de los libretos clásicos, ha hecho una excepción con el mejor repertorio operístico del mundo, retransmitido en directo desde la gran manzana. "Silencio, está a punto de empezar", advierte.

En la pantalla gigante de los cines Yelmo Ideal (calle del Doctor Cortezo, 6), aparece Robert Lepage, concentrado de forma casi mística, durante los ensayos de lo que estamos a punto de ver, su adaptación personal de El oro del Rin, de Wagner. Se trata de hacer tiempo, porque los cines conectan por primera vez con el Metropolitan y hombres de esmoquin y mujeres de tiros largos apenas están tomando sus asientos. La función lleva retraso.

"No me gustan las películas, pero esto sí merece la pena", dice una mujer
Durante la temporada se podrá ver 'Boris Godunov' y 'La valquiria'
Lo nuevo crea dudas: ¿se puede sorber la pajita de un refresco?
En el teatro estallan en aplausos. ¿Qué hacer ante la pantalla del cine?
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Por el pasillo del cine caminan Martín Gonzalo y su hijo Gonzalo en busca de sus asientos. "Merece la pena", tercia el padre con entusiasmo, "ya hemos venido otras veces y nos ha gustado. Para los amantes de la ópera esto es un lujo". Se despiden rápido y prometen dar su opinión al finalizar la función, tres horas más tarde. Con sus pelos de genio loco, en el proyector se ve ya a James Levine calentando la batuta.

Una presentadora, con esa sonrisa tan blanca y sugerente que solo saben poner los americanos, habla en los camerinos con los actores. Son las siete y veinte de la tarde, seis horas menos en Nueva York. "¿Tan temprano están estos viendo ópera?", se pregunta un hombre con chaqueta de cuero que saca fotos a la sala, casi llena, con 300 personas esperando a Wagner. Lo mismo ocurre en otras salas repartidas por toda España.

Los cines Yelmo ofrecerán toda la temporada del Metropolitan, que arrancó el pasado sábado con El oro del Rin. Luego seguirá Boris Godunov y finalizará en el mes de mayo con La valquiria. La entrada individual cuesta 16 euros y 120 el abono para las 12 funciones.

Casi sin avisar la sala se introduce en las profundidades del Rin. El espectáculo de luces y plataformas cambiantes es asombroso. "Esto aquí en Madrid no se ve. Me he hartado de escribirles cartas a los teatros, pero no me hacen caso", decía después Toni Cuadrado, aunque en ese momento se encuentra concentradísima.

Bryn Terfel, en el papel de Wotan, el padre de los dioses, impone a la manera intimidatoria de James Gandolfini en Los Soprano. Especialmente tétrico, y a la vez electrizante, en el momento en el que la historia se adentra en Nibelheim, tierra de los nibelungos, tiranizados por Alberich. Un primer plano de este (una de las ventajas de encontrarnos el cine) muestra el sudor y su cara de locura mientras maldice a todo aquel que porte el anillo.

Lo nuevo, cuando aún el protocolo está por escribirse, siempre crea situaciones incómodas. ¿Se puede comer palomitas o sorber la pajita de un refresco? ¿Se aplaude al final? El Metropolitan, a miles de kilómetros, estalla de repente en aplausos, pero en la sala no se sabe muy bien qué hacer.

Al terminar la función, algunos de los espectadores enfilan la salida sin más; otros permanecen callados clavando sus pupilas en la pantalla, y los menos, todo hay que decirlo, acompañan las palmas. El desconcierto recorre la sala.

Como una exhalación, Toni Cuadrado se da media vuelta y asevera de nuevo: "Ha sido fantástica, y eso que en Nueva York a veces hacen cosas raras".

Gonzalo, esta vez el hijo, cumple lo acordado y al final viene a dar su valoración: "Técnicamente perfecta. Fantástico. Me he metido en la historia como si realmente estuviese en la ópera de Nueva York".

Y se marcha feliz por la puerta rumbo a las aceras mojadas de Madrid.

Retransmisión en directo en los cines Ideal de la ópera <i>El oro del Rin.</i>
Retransmisión en directo en los cines Ideal de la ópera El oro del Rin.CLAUDIO ÁLVAREZ

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Juan Diego Quesada
Es el corresponsal de Colombia, Venezuela y la región andina. Fue miembro fundador de EL PAÍS América en 2013, en la sede de México. Después pasó por la sección de Internacional, donde fue enviado especial a Irak, Filipinas y los Balcanes. Más tarde escribió reportajes en Madrid, ciudad desde la que cubrió la pandemia de covid-19.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_