Perdido en el Retiro

Flashback. Años ochenta. Jorge García, un adolescente estadounidense hijo de chileno y cubana, viaja a Europa con el instituto y para en Madrid: visita turística, autobús, bocata, sangría y a por la siguiente ciudad.

Abril de 2009. García tiene 35 años y es uno de los actores más queridos de la serie más obsesiva de la tele, Perdidos. Está en la capital en viaje de promoción (Cuatro emite la serie al completo a partir de este domingo). García y su novia se zampan una paella en L'Albufera, se ponen finos de tapas en José Luis (tortilla, croquetas y toneladas de jamón) y visitan El Prado y el Reina Sofía (tiene muchas ganas de ver el Guernica). A García le llaman la atención los árboles modelo "brócoli gigante" del Retiro (clic: foto). Recorre el parque por senderos alternativos, con la cautela de quien teme ser descubierto por "los otros". Fracasa ante la mirada incrédula de los alumnos de un colegio: "¡¡Hugo!!".