_
_
_
_
_
Reportaje:

Precarios pero imprescindibles

Los 200 médicos interinos del Marañón irán a la huelga a partir del lunes - Sus plazas no se convocan desde hace 10 años

"Este año cumplo 10 años", dice, medio en guasa, Juan Andueza. Es médico internista, formado en un centro de prestigio, profesor asociado de la Universidad Complutense, jefe de sección de la urgencia de un gran hospital... y también es interino. Va a cumplir nada menos que 10 años trabajando sin plaza fija en el Gregorio Marañón. Parecen muchos, pero aún hay quien le supera. Lo de Enrique Castro, radiólogo, es de récord. Entró en 1997, meses después de la última oferta pública de empleo que se convocó en el hospital. Desde entonces no ha habido ninguna más. Pero los médicos todavía son necesarios, así que han seguido llegando y engrosando la lista de la precariedad.

Hoy hay 200 interinos en el Marañón. Son uno de cada cuatro -casi otro 30% son eventuales, según datos del sindicato Femyts- y están tan integrados en el funcionamiento del centro que ocupan jefaturas, lideran proyectos de investigación o forman a otros médicos residentes. A priori, el currículo de Enrique Castro, de 45 años, no responde al de un trabajador en precario. Es uno de los tres únicos neuroradiólogos intervencionistas del hospital. "Hurgo en el cerebro desde dentro de las arterias", aclara. Algo tan específico que en toda España sólo hay medio centenar de profesionales capaces de hacerlo. Sacó uno de los 10 mejores números del MIR, es tutor de residentes, ni se acuerda de cuántas publicaciones científicas lleva... Pero es interino, y para él el acceso a la carrera profesional está vetado: "Tengo nivel nada. Cero. Nivel interino", se lamenta.

Los facultativos, sin contrato fijo, son jefes y dirigen investigaciones

Han sido muchas promesas durante demasiado tiempo, y los interinos han dicho basta. Irán a la huelga siete días seguidos a partir de este lunes. Y no estarán solos. A los 200 médicos del Marañón hay que sumar otro centenar que trabaja en los hospitales dependientes del antiguo Servicio Regional de Salud: El Escorial, la Fuenfría, Guadarrama... Los enfermeros, que suponen 800 trabajadores más, han anunciado que se les unirán. De hecho, todas las categorías de interinos laborales, desde los cocineros a los cirujanos, esperan, algunos desde 1998, que la Comunidad de Madrid consolide sus puestos de trabajo.

"Duele muchísimo cuando repiten que faltan médicos. Que primero hagan fijos a los que tienen, para que estén motivados y no abandonen. Pero lo que hacen es maltratarnos", reflexiona Javier Anguita, hematólogo de 39 años, interino desde 2000. "No es de recibo que estemos así, ninguneados", añade Julio Prieto, neurofisiólogo clínico en el Marañón, representante del sindicato SIME-CSIT y también a punto de cumplir 10 años en precario. Últimamente tienen un motivo más de enfado. La Consejería de Sanidad está sacando plazas de médicos, pero no figura el destino. "Suponemos que son para los nuevos hospitales", dice Prieto. "¿Pero qué pasa con nuestras plazas? Sospechamos que nos quieren recolocar sin tener en cuenta los años que llevamos especializándonos aquí".

Uno podría preguntarse por qué no abandonan. Con su experiencia, la privada les acogería con los brazos abiertos. "Nos gusta nuestro trabajo, independientemente de la relación contractual", responde Mercedes Sanz, cirujana general y del aparato digestivo con ocho residentes a su cargo y ocho años de interina. El urólogo Enrique Lledó es un buen ejemplo de esa vocación. Dejó un contrato indefinido en la Fundación Alcorcón para entrar en precario en el Marañón. "Tenía más alicientes, como el programa de trasplante renal. Es una cuestión académica y de proyección", explica. Hoy, con 44 años, es el coordinador quirúrgico del equipo de trasplante renal adulto e infantil, además de vicepresidente de la Sociedad Urológica Madrileña. Y ya suma siete años de interinidad.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Dado que sus plazas no han salido a concurso en 12 años, estos médicos podrían presentarse a otras, como las de ahora. Es lo que sugiere la Comunidad de Madrid cuando se le pregunta por qué no convoca los puestos de los interinos. Pero estos seis médicos no están dispuestos a irse. Saben que no es lo mismo trabajar en un hospital de referencia, tremendamente especializado y puntero en investigación, como el Marañón, que en los nuevos centros, que ni siquiera cuentan con todas las especialidades. "Si nos vamos, no sólo perdemos nosotros; también la sanidad pública", defiende Prieto. Los sindicatos dieron ayer por rotas las negociaciones con la Comunidad. Habrá huelga. Y los médicos pelearán para no ser interinos de por vida.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_