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Regreso conceptual a la Plaza Mayor de los años 70

El Museo de Arte Contemporáneo recobra la obra de Alberto Corazón

El Museo Municipal de Arte Contemporáneo ofrece hasta la próxima primavera la exposición Plaza Mayor y otras obras conceptuales de los años 70. En secuencias fotográficas directamente observadas o bien extraídas de los medios de comunicación, más textos o paneles de vinilo, la muestra presenta algunas de las propuestas pioneras del arte conceptual en clave española, con Madrid como trasunto de la oferta más señalada.

Alberto Corazón, entonces artista y editor, se erigió en mentor de una nueva forma de acceder al arte que eludía los cauces pictóricos tradicionales -casi agotados para la creatividad- y se adentraba en una experimentación innovadora: consistía en una percepción fragmentada de la realidad que incitaba a contemplarla escindida en sus dimensiones de espacio y tiempo, mediante una torsión creadora que perforaba su blindaje y liberaba una energía inusitada.

La zona vivía una rica dinámica que convertía el espacio en acontecimiento

La exposición, comisariada por la historiadora del arte María Luisa Martín de Argila, se centra especialmente sobre un estudio basado en los comportamientos, actitudes, trayectorias y gestos observados por el público dentro de la Plaza Mayor de Madrid. Alberto Corazón poseía entonces (1972) "una buhardilla en un cuarto piso", recuerda hoy con una sonrisa. Junto con Juan Manuel Bonet, Simón Marchán y Esther Torrego, especializada en la proxémica, ciencia que relaciona el espacio con el comportamiento, la propuesta ahora recobrada por el Museo Municipal exploraba en la excepcionalidad urbana, la monumentalidad del gran recinto madrileño y su condición de lugar de dominio.

Desde una perspectiva plural, la observación fotográfica llevaba a los redactores del estudio a percibir allí, en el alma de la plaza, una riquísima dinámica de pequeños episodios verbales, gestuales y corporales, que configuraba una suerte de mercado de bienes simbólicos que transformaban el espacio en acontecimiento, con el morador de la ciudad como señal. La mixtura de su diversidad, proponían Corazón y sus compañeros, podía ser transformada en preludio del arte. Y ello gracias a la potencialidad derivada de imágenes seleccionadas, cuyo despliegue secuencial mostraba "las conexiones entre el Arte al Lenguaje, la Política, la Naturaleza y la Técnica", según el crítico Simón Marchán. Esas conexiones revelaban a la postre la urdimbre de la ciudad como sistema de dominación, certeza cuya valiente manifestación era contemplada desde el poder vigente, el franquismo, como peligroso disolvente de la cultura dominante.

Con el desarrollo de sus experimentaciones "quedaba patente la dialéctica entre la imagen artística y la imagen mediática", señala Corazón. Así, en otras obras expuestas, el diseñador, hoy académico, recurría a fotografías de hechos relevantes o dramáticos publicadas en medios de comunicación que, libérrimamente secuenciadas, hacían aflorar nuevas posibilidades para la belleza artística, a las que se accedía desde el concepto, lejos de la pugna entre figuración y abstracción y al margen de un realismo social considerado muy inmediato. "Traer la obra de Corazón obedece al compromiso del Museo de Arte Contemporáneo por difundir los hitos de la creación cultural en Madrid", dice su director, Eduardo Alaminos.

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Alberto Corazón. Plaza Mayor y obras conceptuales de los 70. Museo Municipal de Arte Contemporáneo. Conde Duque, 9. De 9.30 a 19.0o. Lunes, cerrado.

Secuencia de una de las propuestas incluidas por Alberto Corazón en <i>Plaza Mayor, 1972.</i>
Secuencia de una de las propuestas incluidas por Alberto Corazón en Plaza Mayor, 1972.ALBERTO CORAZÓN

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