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Entrevista:LA JEFA DE TODO ESTO | Pilar Sedano, directora del departamento de Restauración del Museo del Prado

Responsable de 9.000 obras de arte

La restauradora apuesta por los últimos avances técnicos para la pinacoteca

Pilar Sedano, madrileña, nació en Chamberí en 1950. Bien pequeñita se adentró en el mundo del dibujo, alentada por un padre pintor aficionado. "Concurrí con mi hermano Ubaldo a premios infantiles y ganamos el de unos grandes almacenes al mejor dibujo para el Día de la Madre", recuerda con una sonrisa. "A veces hacíamos copias del ilustrador navideño Ferrándiz", añade. Aún conserva el primer cuadro al óleo que ella pintó, "un paisaje muy bonito", dice.

Su familiaridad con la pintura le guió de manera natural a la Escuela Oficial de Restauración, donde experimentó en el tratamiento de textiles de la mano de Chica Mantilla. Al poco, entró en el Instituto del Patrimonio Histórico, situado entonces en los bajos del Museo de América, donde se especializó en Pintura Antigua. Permaneció 15 años hasta que, apoyada por Tomás Llorens, saltó al Museo Nacional y Centro de Arte Contemporáneo Reina Sofía, donde creó el organigrama del departamento de Restauración. En 2003, accedió al Museo del Prado, llamada por su director, Miguel Zugaza. ¿Dada su soltura en arte contemporáneo, significó su fichaje un impulso modernizador para el museo? "Me encantaría que así hubiera sido, ya que presenta desafíos materiales y experimentales muy diferentes de los del arte clásico, tras industrializarse los materiales pictóricos". Ella diseñó y desde entonces regenta el departamento de Restauración, el laboratorio de análisis y el gabinete técnico del Museo del Prado. Subordinada a Zugaza y al director adjunto, Gabrielle Finaldi, hoy tiene a su cargo un colectivo de 38 personas, entre las que figuran profesionales de la restauración y la reflectografía, así como químicos, biólogos, procesadores y técnicos de escáner, entre otros especialistas. "Se trataba de dotar a estos departamentos de una sólida base científica", dice. Su designio, para el que contó "con plena autonomía", según revela, se ha transformado en "cuatro plantas para la restauración, los laboratorios y el gabinete técnico, más un búnker emplomado de 60 metros cuadrados para albergar los departamentos de Rayos X y reflectografía, así como un extraordinario microscopio electrónico de barrido", puntualiza.

"Para trabajar en mi equipo hay que tener sensibilidad y sentido común"
"En las radiografías se desvelan arrepentimientos de los pintores"

¿Cuál es su programa de actuación? "Queremos abrir líneas de investigación sobre materiales, limpiezas, adhesivos, con la idea de mejorar nuestra intervención", señala. ¿Qué ha de tener una persona que pertenezca a su equipo? Pilar Sedano no lo duda un segundo: "Ha de tener sensibilidad y sentido común". ¿Y usted, cómo rige un colectivo de esta naturaleza? "Dirijo el trabajo de equipo y dejo libertad a cada cual porque creo que tiene formación e información suficientes como para pertenecer a él; en sustancia, se trata de coordinar esfuerzos y ordenar el trabajo". ¿Cómo hacerlo con miles de variables como las que la restauración implica? "Es preciso cosechar y evaluar toda la información posible y necesaria para que la decisión a adoptar, tanto ante una tabla antigua como frente a un lienzo barroco, sea la mejor posible".

Sedano es responsable técnica de la restauración, conservación y mantenimiento de hasta 8.000 obras de arte, así como de una colección de estatuaria de 1.000 piezas. Del conjunto, hay expuesta al público una tercera parte, aproximadamente. "Para intervenir en una obra se contempla desde la oxidación de los barnices, que enmascara los colores originales de las telas, hasta elementos faltantes". ¿Con qué criterio? "El restaurador siempre permanecerá detrás de la obra de arte, nunca delante. Su actuación ha de notarse lo menos posible. Cada intervención deberá ser mínima, siempre que sea posible, con pleno respeto al original". ¿Experimenta el restaurador la tentación de reinventar la obra de arte? "No debe hacerlo. La formación que el restaurador recibe no es la de un pintor, es técnica", responde. ¿En qué medida los efectos de las visitas masivas interactúan física o químicamente sobre las pinturas? "Siempre se intentan controlar las condiciones de humedad y temperatura porque pueden alterar los niveles ambientales". ¿Cuáles son los óptimos? "Entre 20 y 22 grados centígrados y una humedad de entre el 50 y el 55 y hasta 200 lux de luminiscencia. Los dibujos no deben exponerse a más de 50 lux, al igual que los textiles, ya que son muy sensibles. Asimismo, tejidos y dibujos deben mostrarse sólo durante periodos cortos". ¿Está el Prado preparado para una emergencia? "Estamos haciendo un protocolo de actuación para urgencias y realizamos periódicamente simulacros de seguridad".

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¿Dialoga usted con los autores que restaura, descubre algún secreto que no hayan conocido los historiadores del arte? "A veces, sí. En las radiografías se desvelan arrepentimientos: en Goya, algunos personajes mudaban de lugar, y Tiziano llegó a cambiar incluso la composición de un mismo cuadro". ¿Siendo el Prado uno de los más importantes museos del mundo, lo es igualmente su departamento de Restauración? "Lo creo firmemente", asegura.

Pilar Sedano, en el área de restauración que dirige en el Museo del Prado.
Pilar Sedano, en el área de restauración que dirige en el Museo del Prado.CRISTÓBAL MANUEL

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