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Reportaje:

Retiro en obras casi permanentes

El Consistorio desmonta por filtraciones de agua un estanque del siglo XVII

En el parque del Retiro las obras se suceden ininterrumpidamente. Y en agosto, parecen acentuarse aún más. Ahora conciernen al estanque de Las Campanillas, desde 1630 uno de los parajes más originales del jardín histórico madrileño que, como tal, cuenta con la máxima protección patrimonial. Ello no ha impedido que el estanque, que se conoce también con el nombre de Ochavado por los ocho lóbulos de su gran vaso, se encuentre desmontado al completo, con sus 10 históricos hitos de piedra y su barandilla metálica depositados en el hueco de su enorme pileta, cercando el peñasco de rocalla que ocupaba su espacio central.

Fuentes municipales dicen que el estanque filtraba agua y justifican la actuación para sellar las escorrentías mediante el hormigonado de su vaso, tarea encomendada a una subcontrata, Mendoza, que ha destacado allí cinco hombres y maquinaria pesada. Pero únicamente han hormigonado los laterales, dejando intacta la base. Tan solo los históricos mascarones de piedra que remataban los cierres de los ocho lóbulos permanecen sin desmontar. Formaban parte del primer estanque construido en el parque, en torno al año 1630, que en un principio contó con una torre chinesca central donde sonaban unas campanillas que le dieron nombre. Servía para los paseos regios de Felipe IV. La torre fue reemplazada por la rocalla que hoy cabe ver en su interior. Por tratarse el Retiro de un jardín histórico protegido, y asimismo, Bien de Interés Cultural en su conjunto, la actuación requería la notificación y la autorización previas de la Dirección General de Patrimonio del Gobierno regional, donde el trámite aún no se ha realizado. El fin de esta obra se prevé para antes del otoño, pero su envergadura permite poner en duda tal propósito.

El jardín contará con una biblioteca pública, que se halla en construcción
Cuatro árboles, con un coste de 3.000 euros cada uno, se han secado

Otra de las obras ahora iniciadas se despliega en una zona contigua a la antigua casa de fieras, junto al paseo de Coches, donde la Dirección General de Infraestructuras de la Concejalía de Las Artes del Ayuntamiento construye una biblioteca municipal, en la que un gran cartel dice haber invertido 5.592.000 euros y atribuye 22 meses a la finalización de las obras, cuya fecha de comienzo no consta en el gran letrero.

En el jardín, el reciente vallado metálico instalado permite ver la apertura de grandes zanjas de las que se abren para instalar caceras de recogida de agua de riego. Unos canales de adoquines muy semejantes fueron instalados recientemente en el paseo de las Estatuas -en una actuación que costó 1.000.000 de euros- para cercar la gran pradera de césped que alfombraba el paseo, por demandar mucho riego. Sin embargo, tras instalar las costosas caceras perimetrales, la pradera ha sido sustituida por setos de secano, donde crecen geranios rojos, situados en medio de terrizos de pequeñas piedras, menos necesitados de agua que la desaparecida alfombra de césped. "Eso van a haberlo hecho para que se vea en el Google Maps

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[herramienta que permite ver cualquier lugar del mundo con imágenes captadas por satélite]", ironiza una paseante al ver los cultivos.

Por otra parte, cuatro árboles de la especie Thuja alicata, también conocida como Tuya gigante americana, de hasta 8 metros de porte, que fueron trasladados en la primavera desde Italia y trasplantados sobre dos zonas del Retiro, la del busto al prócer Codorniú y la del Observatorio Astronómico, han sucumbido a los calores de agosto. Cada ejemplar costó 3.000 euros. Dos ejemplares más, traídos entonces, languidecen en el área del observatorio.

Igualmente, una retroexcavadora de 7.800 kilos de tara, faenaba la semana pasada con soltura arenando el paseo que conecta el alto del parterre con el estanque grande. El empleo de maquinaria tan pesada en un jardín histórico es visto con enorme preocupación por ciudadanos con sensibilidad ecológica y, en ocasiones, su uso puede implicar la infracción de las leyes protectoras.

Una persona mira las obras en la fuente Campanillas, en el parque del Retiro.
Una persona mira las obras en la fuente Campanillas, en el parque del Retiro.CARLOS ROSILLO

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