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Sanidad limita las contrataciones temporales a "casos excepcionales"

Los gerentes deben pedir autorización para incorporar a los trabajadores

La resolución, con fecha de 31 de julio, lo dice bien claro: las gerencias no contratarán a personal temporal "salvo en casos excepcionales y para cubrir necesidades urgentes e inaplazables". La Consejería de Sanidad ha trasladado a los directores gerentes de hospitales, atención primaria y servicios de emergencias sus nuevas instrucciones a la hora de incorporar a las plantillas personal temporal.

En el caso del personal no sanitario -celadores, técnicos de mantenimiento o administrativos-, la resolución es aún más clara. Directamente prohíbe su contratación. Sin salvedades. No habla ni de necesidades urgentes ni de excepcionalidades.

Sí vuelve a contemplar excepciones cuando se trata de trabajadores sustitutos, por ejemplo, de bajas por incapacidad temporal. Asegura que sólo se podrá cubrir esa plaza "cuando las necesidades sean urgentes e inaplazables". Y en el caso de que la gerencia necesite a esos trabajadores, "deberá remitir información a la Dirección General sobre las mismas".

Las nuevas instrucciones, firmadas por el director general de Recursos Humanos del Servicio Madrileño de Salud (Sermas), Armando Resino, tienen una primera consecuencia inmediata: cualquier contratación temporal deberá obtener una autorización, con lo que ello implica de pérdida de autonomía por parte de las direcciones gerentes. La consejería puntualizó ayer, a preguntas de EL PAÍS, que "en el caso de contrataciones urgentes se podrán hacer sin autorización previa", pese a que esa afirmación contradice el texto de la resolución.

Los sindicatos han advertido de más efectos, que se dejarán notar, dicen, en pocos meses: la medida provocará el recorte de las plantillas en hospitales y centros asistenciales al ponerse trabas tanto a las contrataciones como a las prórrogas de contratos que vayan finalizando. Además, critican, se "burocratizarán" los procesos para cubrir las necesidades asistenciales.

Los responsables sanitarios justificaron ayer las nuevas órdenes con la apertura de hospitales en la región: "En la situación actual, como consecuencia de los procesos de reordenación de los nuevos hospitales y la salida de profesionales de los distintos centros sanitarios, se hace preciso el control y la ordenación de los recursos necesarios", indicó en un comunicado el Sermas.

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"No se entiende que se restrinja la contratación de personal, cuando precisamente existe un déficit de trabajadores", explicó el responsable de Sanidad de UGT Madrid, Alfonso Merino, quien añadió que la resolución "responde a la mala planificación de la consejería, que ha provocado que no tengan dinero para cubrir necesidades". Además, recordó que, el pasado año, la Comunidad de Madrid se vio obligada a recurrir a la deuda pública para pagar las últimas nóminas en la sanidad pública.

CC OO fue más allá. Cerca de 10.000 trabajadores -hay 85.000 en total- en situación temporal de la sanidad madrileña podrían ver peligrar sus puestos de trabajo, según el sindicato. "La intención de la consejería está clara. No piensa renovar aquellos contratos temporales que vayan finalizando, y eso va a provocar enormes tensiones entre los trabajadores", advirtió Manuel Rodríguez, secretario en materia sanitaria de CC OO Madrid. El Gobierno regional lo niega tajantemente, también a través de comunicado: "En ningún caso se trata de una reducción de las plantillas de los hospitales y centros de salud, y está garantizada la prestación sanitaria con los medios adecuados".

Las nuevas instrucciones obedecen, según Marciano Sánchez Bayle, portavoz de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, a "la tremenda restricción económica de la consejería, que con el pago del canon a los nuevos hospitales está estrangulando su disponibilidad económica". Sanidad intenta "reducir drásticamente la plantilla en los hospitales tradicionales", según Sánchez, que pronostica una "repercusión tremendamente negativa en la calidad", además de una reducción de camas. Sanidad, en respuesta escrita, ya que ningún responsable se puso al teléfono, negó que se vaya a reducir la actividad.

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