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Sanidad recula en la jubilación forzosa de los médicos

Una resolución anula la anterior sólo 14 días después de hacerse oficial

Elena G. Sevillano

Catorce días ha tardado la Comunidad de Madrid en dar marcha atrás y anular la resolución que publicó el pasado 27 de noviembre en el Boletín Oficial sobre la edad de jubilación de los médicos. La resolución cambiaba, para endurecerlos, los requisitos que debían cumplir los médicos llegados a los 65 años para pedir prórrogas y seguir trabajando hasta los 70. Una nueva resolución, publicada el viernes pasado, anula esa jubilación selectiva, que pasaba a depender del criterio del director general de Recursos Humanos, y no de los gerentes de área sanitaria o de los hospitales, como hasta ahora.

La nueva política de Sanidad fue rechazada por el sindicato mayoritario entre los médicos, Femyts, que entendió que se trataba de una "jubilación forzosa" para los mayores de 65 años. Y precisamente lo que ha hecho cambiar de idea a la administración sanitaria parece haber sido la oposición de la profesión médica, según se desprende del breve texto de la resolución: "Ante las expectativas que se han podido generar entre los profesionales, y atendiendo al carácter esencial del servicio público sanitario de la Comunidad de Madrid, la Dirección General de Recursos Humanos (...) dicta una resolución en la que deja sin efecto la resolución de noviembre de 2009 y mantiene en vigor la del año 2004".

El Colegio Oficial de Médicos presionó para retirar la nueva política

La de 2004 era la resolución que, hasta ahora, permitía a la gran mayoría de los médicos madrileños que, llegados a los 65 años, querían continuar, acogerse a una prórroga. Pasaban un examen físico y psicológico que les facultaba para seguir trabajando hasta los 70. La nueva resolución endurecía los requisitos, ya que obligaba a presentar varios informes sobre actividad asistencial, investigadora, docente, etcétera. Además, obligaba a pasar varios filtros en forma de informes, hasta el último y definitivo, de la Dirección General de Recursos Humanos. Las prórrogas iban a ser anuales, de manera que el médico tendría que repetir todo el proceso cinco veces. Además, Sanidad se reservaba el derecho de enviar al médico a cualquier puesto, en cualquier punto de la región.

Femyts inició en noviembre una campaña explicativa y de protesta, que tapizó de carteles en contra de la medida los hospitales y los centros de salud. El sindicato consideraba las nuevas condiciones, que podían afectar a casi 900 médicos, un "ERE encubierto". La resolución que endurecía las condiciones era firme desde el día siguiente a su publicación en el BOCM y tenía que entrar en vigor dentro de menos de un mes, el 31 de diciembre. Para esa fecha, todos los médicos que cumplen 65 años tenían que haber solicitado formalmente la prórroga. De no hacerlo, se les iba a dar de baja automáticamente.

La presión del Colegio de Médicos también ha tenido mucho que ver con la marcha atrás de Sanidad. La presidenta, Juliana Fariña, se reunió con Esperanza Aguirre para recordarle la escasez de médicos que padece la región. Fue la presidenta madrileña, según Fariña, la que ordenó anular la resolución.

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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