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Reportaje:

Siglo y medio de Princesa

El hospital fue inaugurado por la reina Isabel II en abril de 1857

"Un viejo edificio que alberga una moderna organización" o "una moderna organización alojada en un viejo edificio". Así define al actual hospital Universitario de la Princesa Jorge Gómez Zamora, director gerente. Es, como él mismo subraya en el prólogo de un libro conmemorativo de toda su historia, "un hospital a caballo entre tres siglos y dos milenios, que ha sido capaz de sobrevivir y adaptarse a cuantos cambios sociales, políticos y tecnológicos se han producido, sin perder sus valores más profundos".

En este libro-memoria, que tuvo una primera edición en 2001, Josefa Rivera Donoso recoge 155 años de historia (1851-2006), incluso antes de la fundación del hospital. La autora, que lleva trabajando en la Princesa más de 25 años, escribió la primera obra en 2001 con motivo del 150º aniversario del nacimiento de la princesa María Isabel Francisca de Asís, conocida como La Chata, e hija primogénita de la reina Isabel II, en cuyo honor lleva este centro el nombre. Se aprovechó esa circunstancia, porque el mismo año se cumplían las bodas de plata de su colaboración con la Universidad Autónoma.

Aunque el 23 de abril de 1857 Isabel II inaugura esta organización, la idea de su construcción se remonta a 1851 promovida por el Gobierno de Narváez, dada la insuficiencia del hospital Provincial. Esa idea cristaliza un año después a raíz del atentado sufrido por la reina, al ir a presentar a la pequeña princesa a la iglesia de la Virgen de Atocha y salir ambas ilesas.

Es entonces cuando Isabel II escribe una carta autógrafa a Bravo Murillo, presidente del Consejo de Ministros, expresándole su deseo de crear un hospital, que llevaría el nombre de la Princesa. La reina pretendía abrir una "suscripción general módica" con el fin de que pudieran contribuir a la causa personas de todas las clases sociales. El monto conseguido ascendió a 5.810.570 reales de vellón, pero la reina aportó de su propio bolsillo 63.869 reales y 59 céntimos (además de otras donaciones que había hecho antes), puesto que el coste final de la construcción y habilitación sobrepasó lo recaudado.

Isabel II pone la primera piedra el 16 de enero de 1853 y el hospital empieza a construirse en el camino de la Ronda o paseo de los Areneros (hoy, Alberto Aguilera), bajo la dirección del arquitecto Aníbal Álvarez Bouquet, que tomó como modelo el hospital San Andrés de Burdeos (Francia).

Dividido en dos secciones diferenciadas por sexos, contenía ocho pabellones y 16 salas, con nombres de santos y vírgenes, en cada una de las cuales se alojaban 16 enfermos. La mayoría de los pacientes atendidos sería de beneficencia.

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Con la creación en 1880 dentro del recinto hospitalario del Instituto de Terapéutica Operatoria, bajo la dirección del doctor Federico Rubio y Galí, se funda en España el primer centro asistencial donde se realizaban nuevos procedimientos quirúrgicos. Dos años más tarde, con Alfonso XII de rey, el hospital es reformado y se instaura la entrada principal por la actual calle de Alberto Aguilera (antes era por la de San Dimas).

A principios del siglo XX, en 1905, el trágico suceso del hundimiento del Canal de Isabel II en los altos de Amaniel causa un gran número de heridos que son atendidos en la Princesa. Sin embargo, dos años más tarde un artículo aparecido en la revista Blanco y Negro denuncia las dificultades e insuficiencias que empiezan a acosar al centro.

Dadas las necesidades de Madrid, se decide su ampliación y su cambio de nombre. En 1931 pasa a llamarse hospital de la Beneficencia General por orden de Miguel Maura, entonces director general de Administración.

Con la Guerra Civil el centro sufre graves deterioros y se propone construir otro nuevo en el barrio de Salamanca, ocupando la manzana delimitada por las calles de Diego de León, Conde de Peñalver (antes, Torrijos), Maldonado y General Díaz Porlier (antes, Hermanos Miralles). El 3 de noviembre de 1955 es inaugurado como Gran Hospital de la Beneficencia General del Estado en su actual emplazamiento. Empezó con 100 camas y tan sólo un año después ya tenía 450. El edificio antiguo fue derribado en 1962. Como se recoge en la memoria, el nuevo centro pretende "asistir gratuitamente a los pobres de solemnidad".

El crecimiento del centro es vertiginoso y en 1959 ya cuenta con 761 camas, se crean nuevos servicios médicos y quirúrgicos y se contrata a las Hermanas de la Caridad para atender a los pacientes. Pero a lo largo de los sesenta el hospital experimenta una nueva crisis, que finaliza el 10 de abril de 1975 con la firma de un convenio con la Seguridad Social, que se hará cargo de su financiación y gestión. El 1 de mayo entra en vigor el convenio con la Universidad Autónoma para la formación de médicos internos residentes (MIR) y se convierte en el Gran Hospital del Estado.

Con la promulgación de la Constitución española de 1978 se crea el Ministerio de Sanidad y se emprende la modernización del centro, que es culminada en 1984 con su inauguración por parte de la reina doña Sofía. Con la nueva Ley General de Sanidad, el hospital pasa a ser enteramente público y en 1985 es transferido por la Administración del Estado a la Comunidad de Madrid por 1.813.657.400 pesetas.

El 13 de abril de 1994 pasa a llamarse definitivamente hospital Universitario de la Princesa. Dispone de una superficie construida de 68.621 metros cuadrados y consta de 14 plantas, ocho de ellas de hospitalización.

Arriba, exterior del antiguo hospital de la Princesa.
Arriba, exterior del antiguo hospital de la Princesa.

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