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Precampaña de las elecciones del 27 de mayo

Simancas aprende de vivienda en Viena

El candidato socialista renueva su promesa de construir 45.000 casas protegidas

"Construir 45.000 viviendas protegidas en Madrid y destinar, a escala regional, el 0,5 % del PIB al fomento de la vivienda, en lugar del 0,21% actual". Son dos de las promesas que ayer reformuló el candidato socialista a la Comunidad de Madrid, Rafael Simancas. Las planteó en Viena (Austria), capital a la que viajó para conocer las actuaciones de una ciudad pionera en vivienda social.

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"Hemos venido a aprender de Viena, porque es una ciudad de referencia por su calidad en la gestión de viviendas protegidas, ya sea de alquiler o de propiedad", dijo Rafael Simancas, ayer al reunirse con el socialdemócrata Michael Häupl, alcalde de Viena y jefe del Gobierno regional de esta ciudad-región desde 1994. Los socialdemócratas, que gobiernan la ciudad sin interrupción desde el fin de la II Guerra Mundial en 1945, han logrado mantener e incluso ampliar una tradición que se remonta a los años veinte del siglo XX, los de la "Viena Roja", pionera de la vivienda social.

En una breve recepción en el Ayuntamiento de Viena, el candidato enumeró datos comparativos que dejan a Madrid muy mal parada con respecto a la capital de Austria: "En Viena un 60% de las viviendas están protegidas, en Madrid no más del 20%. La municipalidad de Viena, con 1,7 millones de habitantes, tiene 220.000 pisos de su propiedad para los sectores más pobres, pero nosotros sólo 27.000 para una población de seis millones. Los precios para las viviendas sociales vienesas son de 3,54 euros por metro cuadrado, o sea que 70 metros cuadrados cuestan 250 euros. En Madrid se pagan 598 euros en pisos protegidos de las mismas dimensiones. Los madrileños no tenemos prioridad presupuestaria para el problema de vivienda. Los vieneses destinan 500 millones de euros al año en política de vivienda. Madrid sólo 300 millones. Un joven austriaco se emancipa y consigue su propio apartamento a los 20 años, el español se queda viviendo en casa de sus padres hasta los treinta y pico".

Häupl indicó que no cree que el modelo vienés sea exportable, porque "estos modelos crecen con el tiempo, son producto de la propia historia e idiosincrasia, pero lo que sí se puede imitar es la prioridad social, para que también los estratos de ingresos más bajos tengan la vivienda garantizada". El alcalde explicó que los inicios de la peculiar política social de vivienda en Viena datan de principios del siglo XX, cuando fuerzas progresistas accedieron al poder con una amplia campaña de nacionalizaciones, que comprendían el transporte, la sanidad, la educación y también la vivienda.

"Como hoy el venezolano Chávez", comentó el jovial Häupl con una carcajada. Aquella tendencia de principios de siglo fue interrumpida por el auge del "austrofascismo", seguido del nazismo, pero fue retomada por los socialistas después de derrotado el III Reich. Y si bien al principio la gestión de la izquierda no se veía muy obstaculizada por la oposición de los democristianos, afines al consenso, desde el año 2000 la situación se ha polarizado. Ahora los socialdemócratas, dijo, "hacemos la política de vivienda de facto solos. Los conservadores quieren que vendamos todas las viviendas [de propiedad municipal]", señaló Häupl con satisfacción, consciente de que a los vieneses no les gustan nada las propuestas de privatizaciones lanzadas por la derecha, con lo cual él gana votos.

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Si triunfa en las próximas elecciones regionales, el objetivo de Simancas sería "construir 45.000 hogares protegidos en Madrid y destinar, a escala regional, el 0,5% del PIB al fomento de la vivienda, en lugar del 0,21% actual. El promedio europeo es del 2%", explicó el diputado de la Asamblea regional, Javier Gómez. También acompañaba al candidato otro diputado, Antonio Fernández Gordillo.

Después de ser recibidos en el Parlamento y en el Ayuntamiento de Viena, prosiguieron su recorrido con una visita a los "gasómetros", antiguos contenedores de gas, que arquitectos de renombre internacional como Jean Nouvel y Coop-Himelblau han transformado en complejos de viviendas subvencionadas.

También otras estrellas de la arquitectura de vanguardia, como Zaha Hadid han dejado su sello en el urbanismo social vienés.

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