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Reportaje:

"¡Somos el pueblo de Contador!"

Pinto homenajea a su vecino con el himno nacional que le faltó al ganar el Tour

"¡No somos uno, no somos dos, somos el pueblo de Contador!", coreaban ayer por la tarde más de 5.000 personas en la plaza del Ayuntamiento de Pinto. Pinteños, madrileños, extremeños, asturianos... todos reunidos para homenajear a Alberto Contador, al campeón del Tour de este año (y de 2007, y del Giro, y de la Vuelta), mientras sonaba el himno nacional, más en recuerdo del fallo de la organización del Tour (que emitió el de Dinamarca) que por afán patriótico.

Fue el colofón de un retorno triunfal en el que el ciclista no paró. Al español, que había ganado "un doble Tour, el del hotel y el de la carretera", como explicó al acabar la grande boucle, le quedaba una última etapa: la más dulce de todas, la de recoger los merecidos elogios por su triunfo por toda la región.

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El primer punto estaba en el aeropuerto de Barajas. A las 15.30 aterrizó el campeón. Su familia le esperaba, al completo. A la comitiva se unieron sus vecinos, que llegaron en autobuses fletados por el Consistorio, vistiendo casi todos de amarillo, el color del campeón en la prueba francesa. Tal fue el recibimiento que tuvo que salir protegido por la seguridad privada del aeropuerto.

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Siguiente punto, la Real Casa de Correos, la sede del Gobierno regional, en donde Contador (a quien, pese a la fatiga, nunca se le borró la sonrisa) aclaró cualquier duda: "Mi relación con Lance Armstrong es nula. Es un grandísimo corredor y ha hecho un gran Tour. Otra cosa es en lo personal, donde nunca le he tenido una gran admiración, ni se la tendré". También hubo para Johan Bruyneel, representante de su equipo. Preguntado sobre la actitud del belga y el tejano con él, fue claro: "Le debe todo a Armstrong". Y sobre su futuro sea cual sea el equipo al que vaya: "Estaré en uno que esté con él al 100%". Esperanza Aguirre, presidenta regional, se unió a la fiesta y explicó que los triunfos de Contador en España, Francia e Italia "demuestran que es uno de los grandes". "Es el mejor ciclista del mundo. Para ganar el Tour hay que tener unas cualidades que sólo tienen los grandes campeones. Y Alberto es uno de ellos", aseguró.

Habían pasado las seis de la tarde, y aún quedaba el final de etapa: el retorno, como el guerrero que vuelve al hogar tras la batalla, a su Pinto. La plaza del Ayuntamiento, engalanada desde la mañana, sólo se llenó cuando faltaba una hora para que llegara. No es que los pinteños y los visitantes que llegaron ex profeso para homenajearlo remolonearan, sino que por el sol y el calor era un desafío aguantar frente al Consistorio.

Para entonces Pinto ya era amarillo, como su maillot de triunfador. Amarillos eran los dos cartelones del Ayuntamiento, con el lema: Pinto siempre con Contador, sabemos quién es el líder. Unas manos azules, impresas por sus vecinos, recorrían los carteles demostrando el apoyo que tiene. Amarillos también aparecían algunos ciclistas, con las camisetas que se regalaron con la victoria de Contador en el Tour de 2007. Este año, y por la crisis, no se regaló vestimenta. A cambio hubo unos inflables sonadores, habituales en los partidos de baloncesto.

"Lo pagan empresas locales", explicaron dos responsables del protocolo. "Las arcas no andan para muchos gastos". Eran amarillos, por supuesto. Como una camiseta que, a modo de maillot, había en una tienda en la plaza bajo la casa de su familia. Tiene pintado el 21 (su dorsal en el Astana), una mano disparando (su guiño tras cada victoria) y un lema: Tú sí que vales. La plaza tiene casi tantas pancartas como ventanas los edificios que la componen. De las sencillas La elegancia vestida de amarillo a las directas tipo Viva la madre que te parió, pasando por alguna poética como El pinteño Contador en el Tour es el mejor.

A las 19.30, cuando estaba prevista su llegada, en la plaza no cabía nadie. "Unas 5.000 personas, las mismas que el año pasado y el anterior, y porque no caben más", explicaron fuentes de la policía municipal. Durante los prolegómenos no faltaron cánticos a Armstrong, ni las canciones dedicadas al orgullo de saber que tienen como vecino a un gran campeón, coreadas por los miles de seguidores. Guitarras roqueras entre el clásico We're the Champions, de Queen, y el tributo de Mama Kids, grupo de Pinto, que le dedica: "Yo quiero ser como tú / vivir a contrarreloj / quiero ponerme el maillot como Contador / y ganar este Tour", dice la letra.

Un ejemplo de la satisfacción que sienten sus vecinos con él, y que es recíproca: "Estoy orgulloso de llevar el nombre de Pinto por todas partes", dijo Contador en el balcón del Ayuntamiento, ya exhausto, cuando se hizo con el micrófono. "Lo de no ser profeta en la tierra conmigo no se cumple".

El público le pidió que botara y botó. Luego insultaron a Armstrong, y él sonrió mientras se mordía, sin disimulo, la lengua. Y la fiesta la cerró un último cántico: "Amarillo Albertito es, Albertito es, Albertito es...".

Más información en la página 40

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