_
_
_
_
_
Reportaje:EL JEFE DE TODO ESTO | Pedro Medina, director de Animadrid

"Soy un poco un dibujo animado"

El director del festival de animación confía plenamente en la española 'Planet 51'

Patricia Ortega Dolz

Si fuese un dibujo animado sería Elmer Fudd -Elmer Gruñón, el cazador de Bugs Bunny y el Pato Lucas-. Aunque él dice que, si pudiera elegir, preferiría ser Bugs Bunny. Asegura que en su vida de humano mundano, se siente "un poco un dibujo animado", y así le llaman sus amigos cariñosamente, a veces. "Quizá porque soy muy extrovertido, optimista, inquieto". Eso dice él. Pero quizá sea también porque su aspecto resulta gracioso: pequeño, vivaracho, ágil, despistado y atento al mismo tiempo: "Pero si estaba aquí", y al rato sale de detrás de un panel, como si estuviera jugando a algo sin querer. Su voz pilla y algo aguda, interrumpida en muchos momentos por una risilla, completa su dibujo y le hace, además de animado, divertido.

La crisis ha reducido el presupuesto del festival en un 30%: 350.000 euros
"Up' es un gran ejemplo de que el cine de animación emociona"

Pedro Medina (Madrid, 1956) dirige desde hace cinco años el Festival de cine de animación, Animadrid, que este año celebra (desde el 24 de septiembre hasta el 2 de octubre) su décima edición en el mismo sitio de siempre: Pozuelo de Alarcón. Qué mejor festival para semejante friki, podría pensar cualquiera.

Pero detrás de este dibujo animado, como suele ocurrir, hay mucho más: los años del cineclub de Alcalá, los de estudiante de Ciencias de la Información (en la especialidad de Imagen), los de sus pinitos como director de cortos, los años (de 1987 hasta 1999) de director del Festival de Alcalá de Henares, los otros como secretario técnico de la Academia de Cine ("entonces no existía el puesto de director técnico"), su actual trabajo como editor de la edición española de la revista francesa Cahiers du Cinema (Cuadernos de cine)... Toda una larga historia cinematográfica y un saber casi enciclopédico, archivado en la base de una memoria prodigiosa.

"Voy a empezar por el final, bueno, por el principio: todo empezó cuando mis padres se mudaron de Vallecas a Alcalá de Henares, yo iba a empezar el bachillerato y descubrí la existencia del cineclub", arranca. "Bueno en realidad, todo pudo empezar antes: mis padres habían quedado para ir al cine y mi madre no aparecía, cansado de esperar mi padre telefoneó y se enteró de que mi madre estaba dando a luz en el hospital: yo fui el resultado de ese parto y esa cita frustrada con el cine", cuenta.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Desde entonces tiene fama de puntual y, sobre todo, no ha parado de ver películas. La primera fue Bambi. Tenía cuatro años y su madre le llevó a ver la que sería para él la primera de todas las películas de Walt Disney que marcaría su vida: "No la he vuelto a ver, pero la recuerdo como si la hubiera visto ayer, me marcó, definitivamente", asegura.

Ya en el cineclub de Alcalá de Henares, y con el carné de socio, descubriría el cine de Ingmar Bergman (Persona, Gritos y susurros), Michelangelo Antonioni (L'Eclisse, La Notte, L'Avventura), Andréi Tarkovsky (La Infancia de Iván, Solaris): "Cambié las pelis de Bruce Lee de los cines de Vallecas por un cine que casi nadie veía". Al poco tiempo, antes de empezar la carrera universitaria que abandonaría por "insatisfacción", ya era miembro de la junta directiva del cineclub. Corría el año 1984.

Poco después, su prodigiosa memoria cinematográfica le convertiría en el mejor candidato para dirigir el Festival de Alcalá de Henares, en donde tardaría poco en crear una sección de dibujos animados. Tras ocho años programando y buscando financiación para uno de los festivales de cortos más importantes de España (otro cine que casi nadie ve), la Comunidad de Madrid le propone como director de Animadrid. Esta es su quinta edición como director, de las 10 que ya ha celebrado este festival, y llegado este punto es imposible resistir la tentación de preguntarle eso de: "¿Qué hay de nuevo viejo?".

"Bueno creo que hay buenos síntomas en el mundo de la animación, concretamente en Madrid, donde pronto veremos Planet 51 (desarrollada en un estudio de Alcobendas) y en la que confío plenamente; vamos a poder ver en salas Cíclope, un corto adoptado por Disney y realizado por unos chicos con técnicas digitales casi artesanales, en Madrid se está haciendo mucha y muy buena animación", asegura. "El prejuicio de que el cine de animación no puede emocionar, se empieza a caer: Up, es un gran ejemplo".

Este año la crisis ha reducido su presupuesto un 30% y la coproducción del festival le ha costado a la Comunidad y al Ayuntamiento de Pozuelo 350.000 euros, con los que han invitado al realizador uruguayo Walter Tournier. "Si algo tiene este festival [que el año pasado recibió a 15.000 visitantes], es que se puede hablar de tú a tú con gente muy buena". Eso es totototodo amigos.

Pedro Medina entre las figuras de Mortadelo y Filemón, de la película de Javier Fesser.
Pedro Medina entre las figuras de Mortadelo y Filemón, de la película de Javier Fesser.LUIS SEVILLANO

Para no perderse

- Dirección: Mira Teatro: Camino de las Huertas, 42. Pozuelo de Alarcón.

- Transporte: Servicio gratuito de autobuses. Tres coches diarios a las 15.30, a las 18.00 y a las 21.00 (una hora antes de cada sesión). Con salida desde la Plaza de España. El regreso se efectúa después de las proyecciones desde el teatro.

- No faltes: El jueves 1 a las 19.00 de la tarde en el homenaje al director uruguayo Walter Tournier.

- Homenaje: Argentina es el país invitado. Se realiza una retrospectiva de la animación en ese país, donde se produjo el primer largometraje de animación del mundo: El Apóstol (1917).

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Patricia Ortega Dolz
Es reportera de EL PAÍS desde 2001, especializada en Interior (Seguridad, Sucesos y Terrorismo). Ha desarrollado su carrera en este diario en distintas secciones: Local, Nacional, Domingo, o Revista, cultivando principalmente el género del Reportaje, ahora también audiovisual. Ha vivido en Nueva York y Shanghai y es autora de "Madrid en 20 vinos".

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_