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Reportaje:

Sra. Rushmore, olímpica

El Comité Olímpico Internacional elige a una agencia de publicidad madrileña para impulsar la marca del evento

Pedro Zuazua

La señora Rushmore es pelirroja. Sus ojos apenas se ven entre las arrugas. Sus dientes hay que intuirlos en medio de una sonrisa entrañable. "Y tiene más años que un bosque", dice César García, creativo. Los cinéfilos la recordarán como Dody Goodman. Trabajaba en el instituto al que acudían los chicos de la película Grease. Pasó después a ser la imagen de una bebida y ahora es la de una empresa española que liderará el proyecto del Comité Olímpico Internacional (COI) para acercar a la sociedad en general, y a los jóvenes en particular, el espíritu de la cita deportiva, con una campaña que se lanzará a finales de 2007. "No lo hace gratis, ¿eh? Que cobra royalties...", dice Clemente Manzano, director general de la empresa Sra. Rushmore, creada en 2001.

Ellos dos forman parte de un equipo de más de 50 personas que afrontará un difícil reto: el de trabajar, en todos los soportes publicitarios, con una de las marcas más potentes del mundo, la de los cinco aros. "Lo que quiere el COI es contactar con la juventud, que la gente sepa que no es sólo un evento deportivo, sino que va acompañado de valores como el compañerismo, la excelencia o la amistad. Es casi un movimiento humanista", dice García, poniéndose filosófico.

En las oficinas de la agencia, en un piso de Gran Vía adornado y amueblado- la profesión obliga- con creatividad, se recibió el pasado jueves una llamada procedente de Beijing, en donde se encontraba reunido el Comité. Era el final de un largo proceso que comenzó en el verano de 2006. En un principio eran 10 las empresas que optaban al proyecto. A la selección final llegaron sólo cuatro, entre ellas Sra. Rushmore, que lideraba el proyecto de United, nombre que une a varias empresas del sector de varios países del mundo.

Que el proyecto de los madrileños era singular quedó claro desde el principio. "Nosotros llegamos allí [a Lausana] y, antes de empezar, nos hicimos fotos con todo el mundo. Ahora lo llaman inteligencia emocional, pero es ser una persona normal", matiza entre risas García. "Creo que ahí está la diferencia con respecto a las multinacionales y otras empresas del sector, en que disfrutamos mientras recorremos el camino, nosotros ya éramos felices sólo con estar allí, así que cuando nos dijeron que nos habían elegido...", añade Manzano.

Diferencia que también notaron los miembros del COI, que se mostraron "impresionados con las ideas y la comprensión de los valores del olimpismo" que mostraron los madrileños. "La verdad es que la presentación salió muy bien, con mucha pasión, pero no era algo forzado, es que somos así", explica Manzano.

"Con esta campaña queremos llevar el significado de los Juegos a los jóvenes de todo el mundo, y creemos que ellos nos pueden ayudar a desarrollar algo distinto, lleno de significado y con un enfoque novedoso", dice Gerhard Heiberg, director de marketing del COI.

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"Un producto, sea cual sea, no es sólo funcionalidad, porque si no la gente iría siempre a lo más barato Es también que te sientas bien con él. Las marcas han empezado a decir 'yo sirvo para esto, ¿me quieres?', y buscan clientes que se identifiquen con ellas" explica Manzano. "Lo que hacen es definir su personalidad, para que te enrolles con ellas como lo harías con tu novia", concreta García.

Intentar sacar algo sobre el proyecto es misión imposible. "Si lo hacemos nos matan", dicen a coro García y Manzano. Pero sí pueden explicar lo que no van a hacer. "Los cinco aros son intocables. Es una de las marcas más potentes del mundo, es maravillosa, lo que hay que hacer es explicarla, difundirla, llenarla de contenido...", coinciden ambos. ¿En qué falla entonces la marca? "No es que falle", explica Manzano con una sonrisa, "es que la gente joven no conoce tanto la historia de los Juegos como antes".

La batalla principal estará en alargar el sentimiento olímpico más allá de los días de competición. "Queremos que vaya mucho más allá de ese mes en el que celebran las pruebas, y que los cuatro años que transcurren entre cita y cita, no estén vacíos de olimpismo", comenta García, economista que, antes que creativo, fue repartidor de pollos.

¿Recuerdos olímpicos? "Muchos. Sebastian Coe, Jesse Owens, Fermín Cacho en Barcelona...", enumera Manzano. "Yo me quedo con el Príncipe con la bandera y la Infanta llorando", concluye García.

Clemente Manzano, director general, y César García, creativo, de Sra. Rushmore.
Clemente Manzano, director general, y César García, creativo, de Sra. Rushmore.LUIS MAGÁN

Somos del Atleti...

Campañas como la famosa "¿Por qué somos del Atleti?" o la última de una conocida marca de bebidas son algunas de las que han salido de las oficinas de Sra. Rushmore. "Ella es la imagen del mimo, de la dedicación, de la artesanía con las que queremos hacer siempre nuestro trabajo", comenta el creativo César García. ¿La llevarán a Pekín 2008? "Estaría bien, pero no a competir, que está muy mayor", contesta García.

La empresa fue creada en 2001 y, desde entonces, ha tenido un crecimiento "brutal, pero sostenido". "Hemos dicho que no a muchas cosas y nos hemos metido en lo que realmente nos interesaba", cuenta Clemente Manzano, director general. La clave del éxito -que se traduce en una lista de clientes repleta de primeras marcas y en el manejo de una inversión en publicidad de 140 millones de euros- está, según los trabajadores de la empresa, en el "romanticismo" y la "pasión" con la que se trabaja.

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Sobre la firma

Pedro Zuazua
Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Oviedo, máster en Periodismo por la UAM-EL PAÍS y en Recursos Humanos por el IE. En EL PAÍS, pasó por Deportes, Madrid y EL PAÍS SEMANAL. En la actualidad, es director de comunicación del periódico. Fue consejero del Real Oviedo. Es autor del libro En mi casa no entra un gato.

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