_
_
_
_
_

Susana Solano mete sus langostas en el escaparate

La escultora expone su obra en unos grandes almacenes en Preciados

Rebeca Carranco

Estas trillizas sólo se diferencian por su actitud. Una mueve las antenas con coquetería, la otra reposa en el fondo, y la tercera le da la cola a los transeúntes. Son langostas y son arte. Tres musas, protagonistas de la obra Esto no es un escaparate, de la escultora Susana Solano (Barcelona, 1946). El paseante se topa con los crustáceos y sus acuarios en un lugar tan inesperado como el escaparate de El Corte Inglés de la calle de Preciados. Solano, junto al escultor Fernando Sinaga (Zaragoza, 1951) y al artista Gustavo Torner (Cuenca, 1925), han sido los encargados de cambiar los maniquíes por creación. La moda no volverá hasta el 28 de febrero.

"No tengo claro si me gusta. No tengo claro qué es. No sé... Parece un restaurante", dice Martín. Este argentino afincado en Salamanca está de paseo por la capital junto a su amigo Walter. Han esquivado a los vendedores de las ONG, han pasado al lado de los músicos ambulantes y los pedigüeños y al final se han parado con las langostas. "Es curioso, llamativo, pero si dependiera de mí, no lo tendría aquí", observa Walter. La obra de Solano les tiene embobados. No saben si para bien o para mal, pero el caso es que hasta le están haciendo fotos. El objetivo de la artista es que "el espectador rebase los límites físicos y sensoriales", según El Corte Inglés. En los argentinos no ha surtido efecto.

Hacía 46 años que el aparador de El Corte Inglés de Preciados no se engalanaba con una obra de arte. "Estamos acostumbradas a ver maniquíes de madera... Y esto es original, está guay", opina Laura, de 21 años, y su amiga Ainara, de 22. Las dos son de Madrid, pero están tan sorprendidas como los argentinos. Y también, como ellos, se han tomado fotos con las langostas, las indiscutibles protagonistas del trío artístico, que recoge la muestra Objeto / Sin Objeto.

Las seis figuras de vidrio, tituladas Espacio RSI, SIR, del escultor Sinaga, y los paneles de metacrilato opaco blanco, Aparición, de Torner, pasan sin pena ni gloria. "Ahora me lo explicas tú, que eres muy vanguardista. ¿Esto es arte?", dice una mujer a otra, ante las esculturas de Sinaga. "Se supone que sí", responde la otra, con la boca pequeña. Un debate sin sentido para Miguel Gori, mallorquín, de 54 años. "Desde el primer momento que he visto el escaparate me he dado cuenta de que no era un objeto de regalo. Estoy familiarizado con la obra de Sinaga y me gusta mucho. Es una suerte que lo hayan puesto aquí para que todos podamos apreciarlo", defiende.

La última vez que los paseantes de Preciados se toparon con obras de arte en la tienda fue en 1963. Entonces expusieron César Manrique, Manolo Millares, Manuel Rivera, Gerardo Rueda, Eusebio Sempere y Pablo Serrano.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_